WASHINGTON (AFP).- El Senado de Estados Unidos inició ayer un debate para cambiar las leyes migratorias del país y fortalecer sus fronteras, pero existen aún enormes desacuerdos sobre varios temas, entre ellos qué hacer con los cerca de 11 millones de inmigrantes ilegales que ya están aquí.
El presidente del Comité Judicial del Senado, Arlen Specter (republicano, Pensilvania), busca compaginar varios proyectos de ley sobre el tema, pero enfrenta la oposición de demócratas que quieren una reforma más ambiciosa, así como la de republicanos más conservadores que no quieren escuchar de hablar de visas temporarias de trabajo o de legalizar a los indocumentados.
No obstante, Specter dijo en una audiencia que si bien su propuesta requerirá muchas, muchas, muchas enmiendas que necesitarán un extenso debate, confía en tener acuerdo sobre el texto de un proyecto de ley a fines de marzo.
La reforma migratoria es uno de los temas que más divide a los republicanos en este año electoral.
Los originarios de Estados fronterizos, sobre todo, aseguran que para ser reelectos necesitan concentrarse en reforzar la seguridad en la frontera y dejar para más adelante la cuestión de un programa para trabajadores temporarios que satisfaga la necesidad de mano de obra barata, o qué hacer con los indocumentados que ya residen allí.
La propuesta de Specter, además de fortalecer la seguridad fronteriza, prevé ofrecer visas de trabajo de hasta seis años a trabajadores extranjeros en el área de servicios empleados por estadounidenses que no consiguen llenar esas vacantes con ciudadanos de su propio país.
Nuestro primer trabajo es sacarlos de las sombras, afirmó Specter durante una audiencia que inició el debate.
El proyecto de ley del Senado debe responder al duro texto aprobado por la Cámara de Representantes en 2005, que no habla del programa para trabajadores temporarios propuesto por el presidente George W. Bush, prevé construir un muro en parte de la frontera con México y penaliza a quienes empleen a indocumentados, entre otras cosas.
Tenemos que asegurarnos de resolver primero la seguridad en la frontera y luego ver cómo manejamos los problemas asociados con esto, afirmó sin embargo Tom Coburn (republicano, Oklahoma).
El gobierno no debe inducir la inmigración ilegal ofreciendo la ciudadanía como recompensa a quienes han permanecido años en las sombras, estimó Jeff Sessions (republicano, Alabama).
Necesitamos poner nuestra casa en orden antes de implementar un programa de trabajadores temporarios, sostuvo Chuck Grassley (republicano, Iowa).
Varios republicanos temen que el programa de trabajadores temporarios propuesto inicialmente por Bush en 2004 se convertirá en una suerte de amnistía encubierta que perjudicará a los trabajadores estadounidenses.
Pero el senador Edward Kennedy (demócrata, Massachusetts), co-autor junto a John McCain (republicano, Arizona) de un proyecto de ley que prevé un camino para legalizar a los indocumentados, sostuvo que la creación del programa de trabajadores temporarios creará una clase de empleados temporarios de por vida.
Sólo una ruta hacia el estatus (legal) permanente puede quebrar el ciclo y darnos una oportunidad de tener un sistema de control migratorio efectivo, afirmó.
La idea de tratar el problema de los 11 millones de personas como si no existiera es irreal, coincidió Bob Graham (demócrata, Florida).
El senador Jon Kyl (republicano, Arizona), co-autor junto a John Cornyn (republicano, Texas) de un proyecto que obliga a los indocumentados a volver a su país durante cinco años antes de obtener una visa de trabajador temporario en Estados Unidos, reconoció los esfuerzos de Specter pero sostuvo que su propuesta es incompleta.