PUERTO ESPAÑA. AFP. La Casa Blanca enfrió ayer la expectativa suscitada estos días por un posible acercamiento entre Estados Unidos y Cuba, al asegurar que le sigue correspondiendo al régimen castrista dar pasos en ese sentido.

Esta semana algunas muestras de acercamiento marcaron el tono de la Quinta Cumbre de las Américas en Trinidad y Tobago: el presidente estadounidense, Barack Obama, levantó sanciones contra la isla. El gobernante Raúl Castro abrió la posibilidad al diálogo, y casi todos los líderes de la región pidieron a Obama que levante el embargo que afecta duramente a Cuba desde 1962.

El viernes, inmediatamente después de las declaraciones de Castro, Obama se manifestó dispuesto al diálogo y dijo que creía en la posibilidad de «conducir las relaciones cubano-estadounidenses hacia una nueva dirección», tras casi medio siglo de confrontación ideológica.

Obama señaló que quiere dialogar pero no para «hablar por hablar».