EEUU teme ataques en actos festivos

EEUU teme ataques en actos festivos

WASHINGTON (EFE).- La Oficina Federal de Investigaciones (FBI) volvió a advertir ayer que la celebración el 4 de julio del día de la Independencia y las convenciones electorales, podrían ser los escenarios de posibles nuevos atentados terroristas.

Las policías locales y estatales de todo el país han recibido el mensaje del FBI, en el que se explica que existe la posibilidad de que se produzcan atentados suicidas con bomba aunque, como en ocasiones anteriores, se precisa que no hay pruebas al respecto.

No obstante y siguiendo la política del ‘más vale el remedio que la enfermedad’, el FBI da una serie de normas a todos los efectivos de seguridad.

Deben sospechar de quienes lleven cazadoras abultadas en pleno verano y tienen que estar atentos a olores químicos.

Los agentes también tendrán que tener en cuenta la posibilidad de que los terroristas suicidas vayan vestidos de policías, con uniformes robados, y las mujeres embarazadas tampoco estarán libres de sospecha.

Aunque no hay indicaciones probadas de que vaya a producirse un atentado, el FBI y también el secretario de Seguridad Nacional, Tom Ridge, insisten en que la posibilidad existe por distintas razones.

El escándalo de las torturas a prisioneros iraquíes por parte de efectivos estadounidenses puede provocar una eventual respuesta de los terroristas, señala el comunicado del FBI.

También pueden actuar coincidiendo con celebraciones festivas, como el ‘Memorial Day’, o día de los caídos, el 31 de mayo, o el día de la Independencia, el 4 de julio.

Más vigilancia requerirán aún las convenciones nacionales del Partido Republicano y el Demócrata, que se celebrarán este verano en el Madison Square Garden de Nueva York y en el Fleetcenter de Boston, respectivamente.

Los dos partidos han elegido para su gran cita lugares próximos a estaciones de trenes, lo que ha llevado al gobierno a poner en marcha una serie de nuevas normas destinadas a reforzar la seguridad en toda la red ferroviaria del país.

Son medidas que entrarán en vigor este domingo y que se dirigen a todos los usuarios de trenes y metros, así como a los operadores de las compañías ferroviarias.

Todos ellos estarán obligados a informar a las autoridades competentes de cualquier comportamiento sospechoso o de si encuentran algún objeto abandonado.

La policía podrá revisar equipajes, instalaciones y vagones, y utilizar perros especializados en la detección de artefactos explosivos.

A partir del domingo, también estarán prohibidas las papeleras y contenedores de basura en cualquier estación, salvo que sean de plástico transparente o de algún material resistente a los explosivos.

Todas estas normas forman parte del plan de seguridad nacional anunciado por la Casa Blanca tras los atentados perpetrados en la red de ferrocarriles de cercanías de Madrid el 11 de marzo pasado.

EEUU no descarta tampoco posibles ataques bioterroristas y por ello esta misma semana el Senado aprobó financiar con 5.600 millones de dólares un programa que incentivará la investigación, fabricación y almacenamiento de antídotos y vacunas en caso de atentados de este tipo.

El Pentágono también ha realizado un nuevo simulacro de ataque biológico o químico, denominado «Gallant Fox II» (el primero se llevó a cabo en julio de 2003), el nombre de un caballo que ganó la Triple Corona (el derby de Kentucky, el de Belmont Stakes, y el de Preakness Stakes en 1930).

Con todas estas iniciativas, EEUU mejora su preparación y envía una clara señal a los terroristas, de que cada vez lo tendrán más difícil para actuar en este país, pese a que hay 120.000 personas registrados en las bases de datos que maneja el Gobierno como «presuntos terroristas» .

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