EEUU teme que bonos lleguen a 3%; España arrasa en euros

EEUU teme que bonos lleguen a 3%; España arrasa en euros

Los inversores en bonos de Estados Unidos se enfrentan a un gran dilema esta semana, preocupados por la enorme oferta y la posibilidad de que los rendimientos de los títulos del Tesoro a 10 años lleguen al 3 por ciento. Y ahí está España, con su nuevo bono a 30 años.
La lista de demanda prácticamente desordenada muestra que en los mercados de bonos europeos la reciente agitación del mercado mundial es un recuerdo lejano.

La oferta tuvo una excelente acogida, impulsada el lunes por una “oferta especial para los primeros inversores” que prometía asignaciones más grandes para órdenes presentadas antes de que los bancos sindicados emitieran cualquier directriz de precios. Un rendimiento que puede terminar en torno al 2,75% es un gran incentivo y ayuda a que España tenga el mercado prácticamente para sí sola esta semana.

La cartera de pedidos ya superaba los 14.000 millones de euros (US$17.300 millones) al momento en que la directriz inicial de precios se fijó en 109 puntos base más que la tasa media de intercambio. Cuando superó los 25.000 millones de euros el martes, los precios se ajustaron a 105 puntos base más que la tasa media de intercambio. Con este nivel de demanda, España debería poder lograr un tamaño de operación cercano al que mostró en enero, cuando emitió 10.000 millones de euros en deuda a 10 años.

El mercado de bonos de Europa está en un planeta diferente al del mercado estadounidense, ya que el Banco Central Europeo planea seguir comprando deuda al menos durante la mayor parte de lo que resta de este año. La posibilidad de que esto acabe pronto representa un fuerte atractivo para emitir bonos soberanos mientras se pueda. El martes pasado, España bien podría haber completado alrededor de un tercio de sus requerimientos totales de emisión de bonos para el año, una buena posición cuando el primer trimestre apenas llega a la mitad.

España ya no es un crédito periférico y tiene sentido que los inversores la recompensen con rendimientos mucho más cercanos a los de los países centrales de Europa. Su recuperación económica es una de las más fuertes de la región. Y, si bien el problema de la independencia de Cataluña no ha desaparecido, ya no conlleva una prima de riesgo adicional. Y es muy positivo que la deuda del país sea candidata para una gama más amplia de índices de bonos luego que Fitch Ratings mejorara el 19 de enero la calificación de deuda de España a A. S&P Global Ratings además tiene su calificación BBB+ con perspectiva positiva. Los operadores de bonos de EE.UU. pueden excusarse por pensar que el Atlántico se volvió un poco más ancho.

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