EFE define a Sabana de la Mar como un tesoro ecológico

<P>EFE define a Sabana de la Mar como un tesoro ecológico</P>

EFE-REPORTAJES  Villa de pescadores y puerta de entrada del Parque Los Haitises, Sabana de la Mar atraviesa el túnel de manglares más extenso del Caribe y llega hasta las cuevas y la foresta tropical más extensa de República Dominicana.      

Al llegar a la isla La Española, enclavada en  el mar Caribe, Cristóbal Colón se maravilló de la belleza del paisaje y de la dulzura del clima. Ese  mismo hechizo  se siente actualmente cuando se conoce República Dominicana, con sus playas y forestas tropicales, su geografía montañosa y sus pintorescos pueblos, su música y su gente hospitalaria y amable.

“República Dominicana lo tiene todo”, afirma Rafael Núñez, director de Información y Prensa de la Presidencia y añade: “El turismo es un eje fundamental en nuestro desarrollo, porque nuestro país tiene mucho que ofrecer y deseamos que nos visiten”.

Sin duda, la oferta de la nación antillana es múltiple, pero para los amantes de la naturaleza, República Dominicana, es un tesoro a descubrir por su exuberante naturaleza y sus parques ecológicos.

Cuarenta zonas para los amantes de la naturaleza.  Carlos Romero Ortiz es guía profesional  y explica: “En el año 2000, el Sistema  Nacional de Áreas Protegidas, según la Ley 64,  declaró cuarenta zonas entre parques nacionales, refugios de fauna y reservas científicas. Estos ecosistemas, tanto terrestres como marítimos, están dedicados a la protección y el mantenimiento de la biodiversidad”.

La belleza de algunas zonas ha merecido el reconocimiento internacional de la UNESCO. Tal es el caso de  los parques nacionales Jaragua, Sierra  de Bahoruco y Lago Enriquillo. “Otro es el Parque Nacional Los Haitises, que se han convertido en preferido de los amantes de la naturaleza”, nos cuenta.

Para conocer   Los Haitises  nos dirigimos a la provincia de Hato Mayor del Rey, creada en el siglo XV por el gobernador Nicolás de Ovando, a unas tres horas de la capital Santo Domingo, por la carretera hacia la Costa Este,  bordeada de cañaverales de azúcar, campos ganaderos y forestas tropicales.

Llegamos al municipio de Sabana de la Mar, villa de pescadores cuyo embarcadero conecta con Samaná, en la otra orilla de la Bahía y sirve de enlace para visitar el Parque Nacional  Los Haitises. 

En Paraíso Caño Hondo, donde pernoctamos, nos recibe su dueño, el arquitecto Reinaldo de León, oriundo de la región.  “Este albergue ecológico fue creado en 1999- nos dice- como una extensión del parque y para abrigo de los excursionistas.  Esta tierra fue primero una zona bananera de exportación; había un ferrocarril que mi bisabuelo vino a cerrar, luego se convirtió en zona arrocera y actualmente, sin perder los cultivos, es zona ecológica”.

La arquitectura del hostal respeta la naturaleza y sigue el curso del agua repartida en seis piscinas naturales, construidas en piedra. La decoración del hostal se debe a los artesanos locales y la comida también es típica. Se puede saborear un  pescado llamado “minuta”, un delicioso arroz con coco y el sabroso lambí,  a base de hierbas y carne de caracol.

A la mañana salimos en barco hacia el parque de Los Haitises, atravesando un túnel de manglares, los más extensos del Caribe,  y nos enteramos que el manglar es fijador de la tierra, protector de los vientos y un excelente banco de peces. Se recicla  formando sedimento fértil, aunque al morir no vuelva a crecer, nos explica el guía.

“República Dominicana lo tiene todo”

“República Dominicana lo tiene todo” afirma Rafael Nuñez,  director de Información y Prensa de la Presidencia, y añade: “El turismo es un eje fundamental en nuestro desarrollo, porque nuestro país tiene mucho que ofrecer y deseamos que nos visiten.”

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