Santo Domingo. EFE. Los problemas del mercado mundial no fueron diseñados para penetrar a los talleres de Hannibal Laguna quien, sin tapujos, se refugia en el lujo de sus confecciones cual frontera inexpugnable recubierta de glamour y ocasiones tan especiales como únicas.
Tengo un proceso complicado para crear, a todos nos influyen todas las cosas (…) lo que hago es ponerme barreras, para evitar lo negativo, para sentirme influido, sino fuera así la próxima colección fuera negra y austera, refiere en entrevista a Efe el diseñador que nació en Venezuela y se afincó en España. Laguna, cerró Dominicana-Moda y trajo a Santo Domingo su conocida sensualidad y elegancia con un desfile-cóctel inspirado en 30, 40 y 50.