Efectividad de la política monetaria

Efectividad de la política monetaria

Si la política monetaria se mide por sus resultados, en término del control de la inflación y la estabilidad relativa del tipo de cambio, debemos concluir que este año ha sido harto exitoso, pero en adición las medidas de política monetaria y modificaciones en la normativa se dirigieron a impulsar los proyectos de viviendas económicas bajo la figura del fideicomiso, los fideicomisos públicos y estimular a los bancos a usar recursos del encaje legal para el financiamiento de los proyectos.

La inflación acumulada enero-noviembre de este año apenas ascendió a 2.25%, la inflación anualizada noviembre-noviembre fue de 1.54% y la inflación subyacente (mide las presiones inflacionarias de tipo monetario) fue de 1.80%, cifras que proyectadas revelan que en este año la inflación va a quedar muy por debajo del límite inferior del rango meta 4.0% ±1.0% del Programa Monetario de este año.

De partida se podría pensar que un nivel tan bajo de inflación solo es posible gracias a la caída en los precios mundiales de los combustibles y los commodities; sin embargo, desde que el Banco Central asumió desde 2012 el esquema de “metas de inflación” para el Programa Monetario, durante tres años consecutivos el aumento de Índice de Precios al Consumidor (3.91%, 3.88% y 1.58% respectivamente) han sido los más bajos desde el año 1993 donde la inflación fue de 2.79%. No caben dudas que la aplicación de un Programa Monetario bajo metas de inflación ha permitido llevar la inflación en RD a una de las más bajas de la región.

En cuanto al tipo de cambio, mientras las monedas de las economías más grandes de la región han experimentado fuertes devaluaciones, en nuestro país la devaluación entre el 31 de diciembre de 2014 y el 30 de noviembre de este año fue de 2.58%, bastante en línea con el nivel de inflación; es de esperar que a finales de este año la depreciación no supere el 3.0%, quedando la tasa de cambio muy por debajo del nivel promedio estimado por el Programa Monetario (46.0×1). Para los pocos economistas que todavía hablan de una subvaluación del tipo de cambio, el informe de la misión del FMI que visitó recientemente el país en relación al Artículo IV, en este aspecto concluyó: “El tipo de cambio real resulta en línea con los fundamentos de la economía”.

Además de un control estricto de la inflación y una devaluación del tipo de cambio que no perjudica al consumidor, pero tampoco al exportador, las presentes autoridades de la Administración Monetaria han realizado ingentes esfuerzos a favor del crecimiento, la dinamización del crédito al sector privado, especialmente el productivo y las mipymes, y medidas dirigidas a aumentar la oferta de viviendas económicas.

Para solo citar algunos, se modificó el Reglamento de evaluación de activos para incluir dentro de las garantías los fideicomisos en garantía, certificados de garantía fiduciaria, los valores de fideicomiso y los fideicomisos de fuentes de pago. También se modificó el REA para fines de créditos a fideicomisos públicos que cuenten con el aval de Estado para fines de clasificar como “A” dichos créditos y que no requieran provisiones.

También se modificó el Reglamento de Concentración de Riesgos para elevar el monto del financiamiento a los fideicomisos de inversión, como el caso de los peajes, de 10% a 20% del patrimonio técnico si las operaciones cuentan con el respaldo de garantías reales admisibles. La modificación del Artículo 6 del Reglamento de Concentración de Riesgos elevó a 40% del patrimonio técnico de la entidad financiera para el caso de préstamos al Estado o a fideicomisos que cuenten con la garantía del Estado Dominicano. Aparte de esta flexibilización de la normativa para estimular los fideicomisos, la Junta Monetaria liberó RD$10 mil millones del encaje legal para canalizar recursos a la construcción y financiamiento de viviendas económicas amparadas en la Ley de Desarrollo hipotecario y Fideicomiso.

Evidentemente estos logros en materia de inflación y estabilidad en el tipo de cambio, la flexibilización de reglamentos y la liberación de mayores recursos del encaje legal ha sido facilitado gracias a una política fiscal dirigida a reducir el déficit.

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