Efecto rock and roll

Efecto rock and roll

Tan dados a bautizar con nombres asociados a idiosincrasias o manifestaciones típicas y características de un país cuando en ellos se producen graves crisis económicas con consecuencias en otras naciones y en la economía mundial, ahora la prensa norteamericana no tendrá más remedio que terminar hablando del “Efecto ROCK AND ROLL”.

Recordemos el “Efecto Tequila” con que se identificó la crisis mexicana, o el “Efecto Tango”, de la crisis Argentina, el “Efecto Samba” o el “Efecto Vodka” con que se caracterizaron las consecuencias de crisis que sacudieron a Brasil y Rusia, respectivamente.

Efectivamente, la brutal crisis financiera que ya casi todos califican como la peor de todos los tiempos, ha tenido su origen y desencadenamiento en la economía norteamericana. Aunque la economía capitalista funciona a través de un proceso cíclico que termina, o comienza, con una crisis, en este caso, además, la expresión de la misma y su gravedad está muy asociada a una manera altamente irresponsable de manejar la economía en el afán de beneficiar a ultranza a un sector social muy privilegiado dentro de esa sociedad, bajo el pretexto y el convencimiento de que constituía un instrumento de política económica que garantizaría un crecimiento de la economía.

Ese razonamiento de ingeniería económica, sustentado en la teoría neoliberal, es muy simple: si a los receptores de altos ingresos le reducimos sustancialmente los impuestos a pagar, el excedente de dinero de que dispondrán lo invertirán y con ellos se hará crecer la economía. Es el llamado “gobierno para los ricos” con que la prensa estadounidense ha estado calificando a la administración Bush. Sin embargo, la teoría keynesiana – antitesis del liberalismo económico – hace mucho demostró que así no reaccionaba el empresario con mayor disponibilidad de recursos y que más bien tendía a dedicar una buena parte del excedente al consumo y/o al ahorro.

El Antes y Después con que titulé al artículo de la semana anterior se justifica en que hasta ahora se alababa la no regulación ni supervisión del mercado ni del sistema, que ellos se normarían así mismo y que la presencia del Estado solo provocaba ineficiencia. Eso era en el “antes”. Ahora, el “después” es el Estado el que ha tenido que acudir al “salvatage” del caos que provocó el mercado y su auto regulación.

Se habla de que EE. UU. estaría nacionalizando bancas comprando acciones lo que califican con una palabra maldita en el diccionario norteamericano: “socialista”. Para otras sociedades desarrolladas el término es familiar porque aplican medidas sociales que denominan así.

En inglés ”rock” quiere decir roca y “roll” hacer rodar. Exactamente ese es el “Efecto ROCK AND ROLL” que ha provocado la administración Bush para todo el mundo: una enorme roca que rueda cuesta abajo aplastándolo todo.

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