Efectos Katrina siguen presentes

Efectos Katrina siguen presentes

Houston, (EEUU) (EFE).- Un año después de la llegada del huracán “Katrina”, sus efectos devastadores siguen presentes en las vidas de miles de desplazados que tuvieron que ser evacuados a ciudades como Houston y otras áreas urbanas del estado de Texas. Lo que se pensó que iba a ser una residencia temporal para los más de 600.000, del millón y medio de evacuados que dejó a su paso “Katrina” en los estados de Luisiana, Alabama y Misisipi, se perfila ahora como permanente porque los desplazados no quieren regresar.

Houston, que con gran solidaridad recibió a más de 250.000 evacuados de Nueva Orleans, sufre ahora de lo que se llama el síndrome de “fatiga de los desplazados” porque de ellos, sólo se han marchado unos 100.000.

Las cifras oficiales de la oficina del gobernador de Texas, Rick Perry, indican que en todo el estado hay entre 220.000 y 250.000 evacuados y que su diáspora ha generado una transformación demográfica y social negativa.

Existe un convencimiento generalizado entre los residentes de Houston de que el incremento del 17 por ciento en el índice de criminalidad y el aumento de asesinatos, 40 más que el año pasado, se debe a los malhechores que llegaron con la migración del “Katrina”.

El capitán Dale Brown, del Departamento de Policía de Houston, confirmó a Efe esta percepción. A eso se suman los costos extras que les cuesta a los contribuyentes al tener que utilizar muchos más fondos públicos para que los agentes del orden puedan hacer su trabajo.

Las cifras oficiales muestran que el sistema de justicia municipal de Houston también se ha visto afectado en su presupuesto con un coste adicional de 18 millones de dólares.

“Sabemos que una gran parte de los evacuados que permanecen en nuestra ciudad se han integrado con normalidad a la vida cotidiana,  pero existe un 5 por ciento que nos genera problemas”, asegura Robert Eckels, director ejecutivo del condado de Harris.

Aunque el gobierno municipal ha recibido ayuda del estatal y del federal, incluidos 19,5 millones de dólares para pagar a los agentes de policía, las autoridades locales insisten en que es necesario mentalizarse de que esta crisis va a ser “a largo plazo”.

La última encuesta hecha por Gallup refleja que siete de cada diez evacuados del huracán “Katrina” siguen viviendo en Texas y no tienen intención de regresar, lo que significa un aumento de las necesidades de tipo social, de salud, de educación, vivienda y trabajo.

La misma fuente indica que el 59 por ciento de los evacuados por “Katrina” que residen en Texas no tiene trabajo, y el 41 por ciento vive con un ingreso mensual de 500 dólares o menos.

Igualmente se han disparado los costos de salud y, en opinión de Kathy Walt, la portavoz del gobernador Perry, es preciso agilizar mucho más la ayuda federal para hacer frente a tantas necesidades que tienen en Texas los evacuados por este huracán.

Se calcula que un 44 por ciento de los desplazados ha visitado un hospital en los últimos seis meses y un 52 por ciento de familias con niños ha estado en las salas de emergencia.

Stephanie Goodman, la portavoz de la Comisión de Salud y Servicios Humanos de Texas, dijo que el presupuesto para hacer frente a los pagos del servicio gratuito que reciben los desplazados por “Katrina” será un grave problema para el estado ya que, desde el pasado mes de junio, el Gobierno federal sólo aporta el 60 por ciento.

Mientras tanto, en Texas este año se han vuelto a inscribir 31.000 estudiantes de los 35.000 que llegaron el año pasado de los estados afectados por ese huracán, que unidos a los 80.000 nuevos que se dan cada año en el estado, va a generar problemas de exceso de población en las aulas.

Ante esta realidad, Debbie Graves Ratcliffe, miembro de la Agencia de Educación de Texas en Austin, asegura que había que aceptar que la reconstrucción en Nueva Orleans está muy lejos de ofrecerle una vuelta segura a los desplazados, y que hay que hacer frente a la realidad de que no quieren volver.

La llegada a Houston del alcalde de Nueva Orleans, Ray Nagin, para abrir un centro de ayuda a los desplazados que deseen regresar, ha sido vista como algo simbólico por los tejanos, especialmente cuando admitió que todavía quedaba mucho por hacer en Nueva Orleans.

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