El regreso de Donald Trump a la presidencia de Estados Unidos bajo la política de «Pongamos América Primero» traerá importantes desafíos para América Latina, especialmente para la República Dominicana.
Esta política implica endurecimiento migratorio, proteccionismo comercial, reducción de inversión extranjera y un enfoque menos cooperativo en temas ambientales, afirmó el economista, Alejandro Grisanti Capriles.
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Explicó que la política comercial se orientará desde el nearshoring hacia el onshoring, desplazando la producción a territorio estadounidense. Esto supone una dificultad para las exportaciones dominicanas, especialmente en sectores de zonas francas, y nuevos proyectos, como el de semiconductores, que dependen de los mercados de EE. UU. Es decir que las inversiones hacia este sector desde Estados Unidos podrían disminuir, así como las exportaciones dominicanas hacia ese país.
Expuso que sobre la inversión y cooperación económica, es probable que se reduzca la cooperación en proyectos de desarrollo, afectando los planes de inversión especialmente en infraestructura.
Mientras en política ambiental, el enfoque de Trump hacia la explotación de combustibles fósiles aumenta los riesgos para países caribeños vulnerables al cambio climático, como la República Dominicana.
Dijo que la diplomacia de Trump se caracteriza por un enfoque personalista, favoreciendo relaciones bilaterales con países alineados a sus intereses. En la región habrá grandes ganadores (Argentina, El Salvador, Panamá) y perdedores (Brasil, Colombia, Chile). Expresó que RD podría beneficiarse si logra una buena relación estratégica, pero deberá ser cautelosa en sus decisiones.