Efervescencia por alza salarial

Efervescencia por alza salarial

La necesidad de un reajuste salarial más allá del nivel mínimo ha generado efervescencia en el país. El empresariado y el sector sindical reconocen  esta necesidad, pero persisten, como siempre, las disparidades en cuanto a proporciones y escalas salariales  a ser beneficiadas. El empresariado no deja de reconocer que así como sus costos de producción y operación han sufrido alzas, el costo del esfuerzo del trabajador también se ha inflado.

Obreros, profesores de enseñanza superior y de educación media, trabajadores privados y empleados públicos enarbolan desde distintos frentes la demanda de alza salarial. En unos casos, la demanda es impulsada con paros laborales, como ha ocurrido en la universidad estatal, o con jornadas alegóricas, como ha hecho la ADP a través del atuendo verde exhibido por los profesores. Y esto parece el comienzo de grandes presiones.

 En circunstancias como estas es necesario promover un  gran pacto social entre Gobierno, empleadores y trabajadores. El punto de vista en común debe ser la necesidad de compensar el alza del costo de la vida, vale decir, del costo del esfuerzo del trabajador. La convicción de los tres sectores sobre la necesidad del reajuste justo tiene el valor de un virtual pacto colectivo. Solo hay  que procurar consenso sobre  proporciones del alza y las tarifas salariales a beneficiar.

Expectativas por la Zona Colonial

La Zonal Colonial ha sido siempre un atractivo turístico y alguna vez fue una escala importante en el itinerario interno de los visitantes extranjeros que frecuentan los polos  más importantes del país. El atractivo fue decayendo por causas diversas, pero sobre todo por la falta de un mantenimiento permanente de los servicios esenciales de la zona y por la arrabalización.

El Gobierno e inversionistas privados han generado grandes expectativas al anunciar planes de relanzamiento de la Zona Colonial para ser explotada de manera intensiva como enclave turístico. Sin embargo, hay mucho por hacer y la lentitud de los trabajos tiene desanimados a quienes operan negocios en la zona. Arreglo de vías, restauración de monumentos, soterrado del cableado eléctrico y desarrabalización son tareas pendientes y que no arrancan. El Gobierno debe intensificar los esfuerzos por ese esperado relanzamiento.

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