Tomando en cuenta que la mujer de hoy no tiene ni el mínimo parecido a la de ayer, y que, al estar  ocupada en muchas más cosas,  tiene menos tiempo para ocuparse  del hogar, es necesario conocer algunos “truquitos” a tener presentes  para la limpieza de la casa.

Muchas veces nos rompemos la cabeza porque no tenemos tiempo para dejar la casa reluciente o para quitar la terrible mancha de chocolate que el niño dejó caer en su mantel favorito.

Hoy, pensando especialmente en quienes pasan  la mayor parte  del día fuera de casa, pero no quieren  descuidarla, ¡Vivir! brinda algunos consejos que de seguro les harán la vida más fácil cuando de limpieza se trate.

Algo que  mortifica a casi cualquier ama de casa, es cuando la ropa se  mancha. Y es que lo primero que se piensa es que ya no la podrá usar, pues en lo único en que se piensa es en el cloro, un químico que puede acabar con los tejidos. Una buena noticia: utilizar agua fría sobre las manchas inmediatamente se peguen a su ropa, evita que las mismas se adhieran firmemente a las prendas de ropa y  facilita su posterior  eliminación.

Bicarbonato.  Es un gran aliado en la limpieza. Es ideal para quitar las manchas amarillas que aparecen en los manteles blancos. Disuelva tres cucharadas de bicarbonato en un litro de agua caliente, luego déjelo en remojo media hora y verá como aclarará. Mezclado en seco con detergente de lavadora y talco, ayuda a la limpieza de las tapicerías y absorbe las manchas de grasa.                          

Limón.  Elimina las manchas de óxido, tanto  en tejidos como en suelos de cerámica y sanitarios. Blanquea las manchas amarillas y las de tinta y elimina las de los metales.

Manchas de adhesivos.  Se puede utilizar acetona, siempre y cuando no sea en tejidos  sintéticos. Se recomienda lavar la prenda como lo indica la etiqueta de la misma.

Manchas de bolígrafos.  Ponga la prenda en remojo en agua fría, y detergente líquido. Lave siguiendo las instrucciones de la etiqueta. Si la mancha es vieja, frótela suavemente con acetona (excepto si la prenda es de material sintético), y luego lávela normalmente.

Chicle.  Aplique hielo, o si la prenda es pequeña, colóquela en el congelador, para endurecer el chicle que haya en el tejido.

Pintura. Si la mancha es de pintura de agua, acrílicos, pinturas escolares, es recomendable usar agua corriente, cuando la pintura aún esté húmeda y luego lavar normal.

Limpiar cristales y espejos.  Añade al agua un poco de vinagre blanco. Además de desgrasar, le dará brillo. Pero la limpieza con papel de periódico, también da un resultado sorprendente.

Otro interesante truco para limpiar cristales es frotando con un paño seco, impregnado de ceniza de tabaco.  Incluso puede utilizar esta técnica para limpiar las  gafas, sin miedo a que se rayen (pero debe comprobar que entre la ceniza no haya restos de fósforos o de cualquier otra sustancia sólida que pueda rayar la superficie del cristal).

Muebles  de cuero.  Lo ideal es usar jabones que no contengan aceite. Se humedese un paño con jabón y luego páselo con delicadeza al mueble y elimine el exceso de agua  con otro paño limpio y húmedo.

Las alfombras

Manchas

Si la alfombra tiene manchas de grasa, sólo se echa sobre ella algunas gotas de una bebida gaseosa y se frota con fuerza cuando ya esté seca.  Igualmente, se puede  rociar bicarbonato, harina de maíz, o  polvo de talco.  Use un secador de pelo para acelerar secado y luego pase la aspiradora. Si la mancha es de algún líquido, use rápidamente una toalla o papel toalla, séquelo con golpecitos con los dedos.