Egipto disuelve manifestación cerca de embajada

<P>Egipto disuelve manifestación cerca de embajada</P>

EL CAIRO. AP. La rama más activa de al-Qaida en Medio Oriente instó a realizar más ataques contra embajadas estadounidenses el sábado, “para prender el fuego”, en busca de azuzar la indignación por una película antiislámica.   

El exhorto de la organización extremista llegó en una jornada en que se relajó la ola de protestas que ha azotado a 20 países esta semana.  

Importantes autoridades religiosas musulmanas emitieron súplicas enfáticas en contra de la violencia, en un intento de tranquilizar la ira musulmana causada por la cinta, un día después de que nuevos ataques contra embajadas estadounidenses y de otros países occidentales dejaron al menos ocho manifestantes muertos.   

Posteriormente, el Departamento estadounidense de Estado emitió una advertencia para que se eviten los viajes a Sudán y Túnez, y ordenó que se quedara en casa todo personal no esencial, así como familiares de los equipos diplomáticos apostados en ambos países, por su seguridad.   

El departamento agregó que si bien el gobierno sudanés ha tomado medidas para limitar las actividades de grupos terroristas, algunos continúan ahí y han amenazado con atacar los intereses occidentales. La amenaza terrorista continúa siendo crítica, agregó el organismo.   

Previamente, la policía egipcia dispersó el sábado a manifestantes con los que se enfrentaba desde hace cuatro días cerca de la embajada de Estados Unidos, mientras que la mayoría de las ciudades del mundo musulmán estaban en calma tras una ola de indignación por la mencionada película.   

Las fuerzas de seguridad erigieron un muro de concreto que bloqueó la calle principal camino a la embajada en El Cairo después de dispersar a varios centenares de jóvenes que trataban de llegar al edificio. También despejaron la plaza Tahrir donde se efectuaron las protestas.   

Los musulmanes indignados por la película producida en Estados Unidos que denigra al profeta Mahoma tomaron las calles el viernes en más de 20 países desde Medio Oriente hasta Asia. En la mayoría de las naciones las protestas fueron pacíficas aunque vehementes.    Pero se produjeron choques mortales en varios sitios.

Los manifestantes en Sudán y Túnez intentaron entrar a embajadas occidentales, un restaurante estadounidense de comida rápida fue incendiado en el Líbano, y los efectivos internacionales de mantenimiento de la paz fueron atacados en el Sinaí.    En El Cairo, los enfrentamientos el viernes desembocaron en la muerte del primer egipcio en la Plaza Tahrir desde que fue elegido y asumió el presidente islamista Mohamed Morsi.

Un hombre de 36 años murió por heridas provocadas por balas de goma, dijeron su familia y médicos en un hospital de El Cairo.    Dos manifestantes murieron en Sudán, otros dos en Túnez y otro en el Líbano.

El jueves, cuatro manifestantes yemeníes fallecieron durante protestas violentas frente a la embajada estadounidense en Saná.    Durante el sábado, el único informe de violencia vinculada con la película controversial provino de Sidney, Australia, donde la policía antimotines chocó con unos 200 manifestantes frente al consulado de Estados Unidos.   

La cadena de televisión Ten mostró a un policía que yacía inconsciente mientras la turba arrojaba botellas y otros proyectiles. La policía usó gas pimienta para contener a los manifestantes, que gritaban “íObama, Obama, amamos a Osama!” y sostenían carteles que decían “Decapiten a todos los que insulten al profeta”.   

Seis policías resultaron heridos y dos manifestantes fueron tratados por mordeduras de perros policiales, dijo la policía en una declaración.    La indignación fue provocada por el filme “Inocencia de los musulmanes”, producido en Estados Unidos, el cual se mofa de Mahoma caracterizándolo como un fraude, mujeriego, homosexual y demente.

Un pasaje de 14 minutos de la película, doblada al árabe, fue cargado en YouTube.   

El presidente Barack Obama afirmó que Washington mantendrá firmeza frente a los ataques a embajadas estadounidenses. Habló durante una sombría ceremonia que rindió homenaje a cuatro estadounidenses —incluido el embajador Chris Stevens— muertos el martes en el ataque de una muchedumbre al consulado de Estados Unidos en Bengasi, Libia. 

Publicaciones Relacionadas

Más leídas