EL CAIRO. Los egipcios enterraban el lunes a algunos de los cristianos fallecidos en dos ataques suicidas durante las misas del Domingo de Ramos en dos iglesias del norte del país, mientras entró en vigor un estado de emergencia ante la posibilidad de más violencia. En total, al menos 45 personas murieron y 126 personas resultaron heridas en los atentados reivindicados por el grupo extremista Estado Islámico.
Las mujeres lloraban mientras los féretros, marcados con la palabra “mártir”, entraban en la iglesia Mar Amina de la ciudad de Alejandría el lunes, según las imágenes transmitidas por varias televisoras egipcias. Sacerdotes coptos, boy scouts y asistentes que portaban flores se unieron a la procesión funeraria, encabezada por una banda de tambores que marcó el ritmo. Al menos 17 personas fallecieron en la catedral de San Marcos de Alejandría, la histórica sede de la cristiandad en Egipto. Otro ataque suicida mató a al menos 28 personas en el interior de la iglesia de San Jorge en Yanta, en el Delta del Nilo.
El sacerdote Danial Maher, de la iglesia de Tanta, perdió a su hijo de 23 años Beshoy, uno de los seis diáconos que murieron en los ataques. Recordó que su hijo vestía ropa blanca y cantaba en la misa. “Era como un ángel”, comentó. Fotos del reverendo que circularon por internet lo mostraban impotente y con la ropa ensangrentada después del ataque. Sepultó a su hijo el domingo. Por otra parte, el gobierno egipcio informó que el estado de emergencia solicitado la noche anterior por el presidente Abdul Fatah el Sisi entró en vigor a las 13:00 horas locales. El ejecutivo aprobó el lunes la petición del presidente de declarar el estado de emergencia en todo el país durante tres meses, según un comunicado.
El exjefe del ejército convertido en presidente también envió efectivos de élite a diversas partes del país para proteger instalaciones clave y acusó a naciones que no identificó de avivar la inestabilidad al señalar que “los egipcios han frustrado planes y acciones de países y organizaciones terroristas y fascistas que han intentado controlar a Egipto”. El estado de emergencia fue declarado debido a los temores de que miembros del Estado Islámico, que han librado una batalla contra las fuerzas egipcias en la Península del Sinaí durante años, estén empezando a enfocarse en la minoría copta de Egipto, una de las comunidades cristianas más antiguas del mundo.
En diciembre, otro atentado en una iglesia dejó 30 muertos en El Cairo y una serie de asesinatos en el Sinaí han hecho que cientos huyan a zonas más seguras.