Einstein: su vida y universo

Einstein: su vida y universo

SERGIO SARITA VALDEZ
Walter Isaacson alcanzó la marca de autor exitoso en venta durante los años 90 del pasado siglo con su Biografía de Kissinger, luego siguió cosechando ese galardón en el 2003 con la biografía acerca de Benjamín Franklin. En abril de 2007 se corona publicando la obra que comentaremos sobre la vida de Albert Einstein.

Los libros que abundan en el mercado sobre la vida y obra de Einstein son sin lugar a dudas, interesantes y variados; sin embargo, el de Isaacson tiene la peculiaridad de que a través de la lectura entretenida de sus 704 páginas uno logra recrear la vida del niño, su escolaridad, inquietudes juveniles, así como la génesis y conformación de su carácter fuerte, libre, cuestionador, independiente y sin miedo al qué dirán. Además se borran algunos mitos y falsedades como aquella de que en sus primeros años mostró dificultades con las matemáticas.

Si algo queda definitivamente claro y preciso con relación a nuestro personaje es la aparente paradoja de que siendo un hombre solitario, entregado totalmente al campo de la ciencia con sus investigaciones físico-matemáticas, y que aún así desarrollara un espíritu y enfoque filosófico pacifista y humanista. Fue un rotundo opositor a la guerra por lo que combatió el militarismo, a pesar de ello, mostró sagacidad al no titubear en apoyar la lucha armada contra el recién surgido nazismo alemán encabezado por Adolfo Hitler.

Tuvo la valentía y el estoicismo de enfrentar las concepciones Newtonianas y sus leyes del universo. Copérnico y Galileo habían contribuido al enfoque científico del mundo, siendo ellos superados por el británico Isaac Newton, éste a su vez recibiría en los inicios del siglo XX el hachazo simbólico de su reemplazante vecino germánico, Albert Einstein.

En estos borrascosos tiempos de guerra, inseguridad, duda, desconfianza y globalización, resulta perentorio traer a la mente el ejemplo de este hombre de coraje que supo enfrentar la mansedumbre, el conformismo y el engaño, a través de una labor incesante de investigación, cargada de fe y de confianza en el éxito final. Se atrevió a negar públicamente la veracidad de ciertos postulados que hasta ese momento eran tenidos por sagrados.

El temple, tenacidad, resistencia, instinto creativo, esfuerzo y dedicación al trabajo, junto a su inmensa capacidad, disciplina y confianza, hicieron que este genio de la física se convirtiera en paradigma universal. Su amor por la naturaleza, sencillez e instinto de identificación con los humildes, le hizo rechazar los lujos y la opulencia de la vida aristocrática. Grandes fueron sus aportes para el mundo y poco lo que pidió en recompensa este premio Nobel que siempre pensó con cabeza propia. La humanidad sigue en deuda con este ciudadano del universo.

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