Por MARIO MÉNDEZ
LAS CAÑITAS, Padre Las Casas.- Muy cerca del cielo se encuentran las comunidades que forman parte del Proyecto de Desarrollo Territorial Rural Cordillera, que ejecuta el Instituto Nacional de Recursos Hidráulicos (INDRHI) en la parte sur de la columna de montañas que forman la cordillera Central.

El director ejecutivo del organismo responsable de manejar los recursos hídricos, ingenio Frank Rodríguez, llegó de la mano de monseñor José Dolores Grullón Estrella, obispo de la diócesis de San Juan de la Maguana, quien estaba interesado en que el INDRHI lo asistiera para dotar de agua a esas comunidades que forman parte del distrito parroquial bajo su responsabilidad. “La diócesis y otras instituciones iniciamos un proyecto de acueducto, en el que habíamos invertido cuatro millones de pesos, pero faltaba ampliarlo y llevar un sistema de riego”, cuenta monseñor Grullón.

Esas localidades están próximas al parque nacional José del Carmen Ramírez, por lo que exhiben gran riqueza de recursos naturales.

El director del INDRHI quedó impactado “no sólo por tanta exhuberancia, sino por las precarias condiciones en que sobreviven las familias que residen en esa demarcación”.

Constató que “las necesidades no son sólo de falta de agua potable, sino que carecen de los servicios elementales”. Un diagnóstico revela que la ausencia de escuelas y centros nutricionales para niños, de caminos en buen estado, de puentes y de facilidades de saneamiento básico, forman parte del abanico de necesidades.  Tomando como referencia ese documento, en donde los propios comunitarios expresaron sus prioridades, Rodríguez decide formular un proyecto basado en el concepto de desarrollo territorial rural, que consiste en tomar una demarcación y provocar en ella una transformación productiva e institucional. En el área de impacto se encuentran Las Cañitas, El Tetero, El Limón, Vallecito, La Paila, Mata Café, La Siembra, Periquito, Los Naranjos, Las Sabinas, Los Rodríguez, Las Lagunas, Los Amaselles y El Gramazo. También, Las Canas, El Corbano, Fundo Viejo, El Roblito, Palero, La Fortuna, Los Auquelles, El Cedro, Malaguita, Gajo de Monte y Botoncillo. En esas localidades residen más de 1,100 familias.

Con una inversión que supera los RD$81.5 millones, la infraestructura de desarrollo económico y social del Proyecto Cordillera estará conformada por una hidroeléctrica, en fase de terminación, que producirá hasta 33 kilovatios; un proyecto de riego por goteo que se extenderá por 600 tareas, un centro comunal, una escuela y una clínica rural. “Frank incluyó una pequeña hidroeléctrica para la gente de El Tetero.

Y existe una gran alegría porque por primera vez va a llegar la energía allá arriba, después vamos a ver si puede seguir ampliándose más. Otro componente es la reubicación de 22 familias que viven en la comunidad Cañada del Café, debido a que se encuentran dentro del Parque José del Carmen Ramírez”, expresa monseñor Grullón. Para esto último, ya el INDRHI adquirió en El Vallecito las tierras en donde se levantará el complejo de viviendas y se hará la instalación de un sistema de riego por goteo para que las familias reubicadas tengan garantizado su sustento con la producción agrícola.

Respecto a las demás obras de infraestructura, ya la escuela y el centro de salud fueron asignados a los ingenieros responsables de su construcción, las que iniciarán en breve. La inversión en la clínica rural ascenderá a RD$6.3 millones, y en la escuela básica, a RD$9.1 millones.

Otro aspecto que forma parte del proyecto consiste en dotar de agua potable a las comunidades El Vallecito, La Fortuna, Los Rodríguez y El Gramazo, entre otras. En lo relacionado con la transformación institucional de ese territorio, el Proyecto Cordillera contempla la formación de asociaciones para habilitarlas en la operación y administración del sistema de riego y en todo lo relacionado con los servicios sociales complementarios.

Monseñor Grullón reconoce en esas familias de la parte sur de la Cordillera Central, capacidades para echar adelante con éxito el ambicioso proyecto que desarrolla el INDRHI y que pretende dejar en manos de la propia comunidad para su manejo y sostenibilidad.

“Con Cordillera estamos abarcando entre 800 y 900 familias, con un promedio de cinco miembros cada una. Es un proyecto considerable y es gente muy dinámica, trabajadora, organizada”, asegura.

El enfoque de desarrollo comunitario local que contiene el Proyecto Cordillera atrajo la atención del representante en el país del Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD), por lo que ese organismo internacional decidió acompañar al INDRHI en la fase de fortalecimiento de las estructuras de base.