Ejecutivos a favor y en contra de que Washington dé contrato a Sosa

Ejecutivos a favor y en contra de que Washington dé contrato a Sosa

POR ENRIQUE ROJAS
MIAMI. –
Sammy Sosa quiere jugar en Washington, donde estaría cerca del jet set congresional.

A los Nacionales, una franquicia que necesita figuras de arrastre para mantener el interés de los aficionados en su segunda temporada en la capital de la nación, el carisma de Sosa les caería como anillo al dedo.

¿El problema? Los Nacionales no quieren pagar nada por tener en sus entrenamientos a uno de los jugadores más populares y respetados de la última década, un trago muy amargo para el jonronero dominicano.

Sosa, por su lado, quisiera ir a los entrenamientos de los Nacionales en Melbourne dentro de dos semanas con una garantía de que tendrá un equipo para pegar los 12 jonrones que le separan de la marca de 600.

«Ahora mismo ambas partes están de acuerdo en que se tienen mutuo interés, pero el cuartel de Sosa esta opuesto a aceptar una invitación sin contrato garantizado», dijo a ESPNdeportes.com una fuente cercana a las negociaciones.

«Incluso, la misma gente de Washington no está de acuerdo sobre el particular. Mientras algunos ejecutivos del equipo han mostrado disposición de contratar a Sosa, otros prefieren que se le haga una invitación sin compromiso serio», agregó la fuente.

Sosa, un candidato al Salón de la Fama de Cooperstown y quien ha pegado 588 cuadrangulares en su carrera de 17 temporadas en las Grandes Ligas, no tiene contrato para esta parte del año por primera vez desde que firmó al profesionalismo en 1985.

Con 37 años, fue dejado libre por los Orioles de Baltimore después de una decepcionante actuación en el 2005, cuando bateó .221 con 14 jonrones y 45 carreras remolcadas en 102 partidos.

«El Bambino del Caribe» fue afectado por diferentes molestias que limitaron su permanencia en el terreno.

La temporada pasada, Sosa ganó 17 millones de dólares en el ultimo año de un contrato de cuatro temporadas y 72 millones que firmó con los Cachorros de Chicago en el 2002. El contrato incluía una opción del equipo para el 2006 por 18 millones de dólares.

Sosa, quien ha devengado alrededor de 120 millones de dólares en su carrera, dejó establecido que la decisión de su próximo contrato no estará determinada por criterios puramente económicos.

Está claro que Sosa ya no es el jugador que promedió 60.7 jonrones entre 1998 y 2001, pero tampoco es un anciano resignado a quedarse atendiendo el jardín en su casa.

«Para la grandeza que ha tenido Sosa en el béisbol y tomando en cuenta que apenas tiene 37 años de edad, la situación que esta pasando actualmente es injusta, sumamente injusta», dijo la fuente. Durante las conversaciones con los Nacionales, los agentes de Sosa han mencionado dos ofertas que recibió el jugador de equipos de Japón.

Y aunque Sosa ha descartado cualquier opción fuera de las Grandes Ligas, en pocos días sabremos si definitivamente aceptará una invitación sin contrato del único equipo que ha mostrado real interés de tenerlo, aceptará mudarse al Lejano Oriente o si toma una postura drástica y decide quedarse atendiendo el jardín de su casa.

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