Ejecutivos del Central Romana aclaran
sus expectativas

Ejecutivos del Central Romana aclaran <BR>sus expectativas

POR PEDRO GERMOSEN
Los ejecutivos del Central Romana Corporation Ramón -Papo- Menéndez y Elvis Redondo expusieron ayer en el Senado que no reclaman subsidios ni grandes compensaciones, sino medidas que les permitan competir en el mercado internacional del azúcar. Así lo reveló el presidente del Senado, Andrés Bautista García, quien solicitó un compás de espera para buscar un consenso sobre el proyecto de ley que establece compensaciones para el sector azucarero.

Menéndez y Redondo se reunieron por unos 40 minutos con Bautista García, de Espaillat, y el presidente de la comisión de Presupuesto del hemiciclo, Pedro Alegría, de San José de Ocoa.

Bautista García precisó que los ejecutivos del Central Romana se refirieron a las exenciones arancelarias para maquinarias y equipos, medidas que, según el legislador, demanda todo el sector industrial del país.

Respecto a la compensación sobre los avances tributarios que se pagan, Menéndez y Redondo opinaron que este beneficio no debe ser «automático», sino después de un plazo, que puede ser de seis meses, a fin de que la administración tributaria realice las averiguaciones de lugar.

Por otro lado, el senador Vicente Castillo, de Peravia, dijo que la comisión especial que estudia el proyecto en cuestión no pudo reunirse ayer por falta de quórum, pero lo hará esta tarde a las 3:00 para responder la solicitud de Bautista García y las declaraciones de los directores Miguel Cocco, de Aduanas, y Juan Hernández, de Impuestos Internos, quienes se oponen a la pieza legislativa.

El proyecto, original del senador Ramón Alburquerque, de Monte Plata, derogaría el impuesto al sirope de maíz y establecería una serie de exenciones impositivas al sector azucarero.

En rueda de prensa en su despacho, Bautista García dijo que el proyecto de Alburquerque es excluyente, puesto que no beneficia a todo el sector agropecuario.

«Este proyecto es muy amplio y muy diferente a lo que se planteó al principio», dijo el congresista y añadió que una pieza de tal naturaleza no puede hacerse de una manera tan atropellante.

Insistió en que ese proyecto, que ya fue aprobado en primera lectura, debe ser el fruto de un consenso para que sea extensivo a todos los componentes del sector agropecuario, es decir, a los azucareros, pero también a los cosecheros de arroz, tabaco y maíz y a los productores de carne de res, cerdo y pollo.

«En definitiva: nosotros reiteramos que el proyecto debe analizarse y evaluarse antes de tomar una decisión que pueda poner en peligro precisamente los objetivos que se persiguen», dijo el presidente del Senado.

Bautista García advirtió que las decisiones que no se toman en base al consenso, generalmente tienen problemas.

Señaló que la división que muestra el bloque del Partido Revolucionario Dominicano (PRD) respecto al proyecto «no es política», sino que se trata de una iniciativa «sui generis» que desata posiciones regionales.

Precisó que hay senadores de provincias cañeras y otros de regiones donde esa industria no tiene influencia, por lo que se presentan posiciones encontradas

«Por eso, para que el proyecto sea viable hay que tratar de llegar a un consenso porque el sector agropecuario no sólo está compuesto por un segmento -en este caso el de la caña-, sino por los productores del campo en sentido general», dijo Bautista García.

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