Por su temperamento en extremo reservado, personalidad sencilla y una vida privada casi misteriosa, hostil al protagonismo y negada a la exaltación de los méritos propios, George Arzeno Brugal nunca hizo públicas sus valientes actuaciones contra la tiranía de Trujillo ni se vanaglorió de ancestros tan insignes como José María Imbert, el aguerrido estratega de la gloriosa batalla del 30 de Marzo de 1844.

Sus generales y foto de adolescente rebelde, sin embargo, quedaron como testimonio de su oposición a la férrea dictadura que comenzó a enfrentar al iniciar sus estudios de ingeniería civil en la Universidad de Santo Domingo por condiscípulos que le transmitieron la cruel realidad de aquella situación de terror.

Decidido a la lucha se enroló en la Juventud Revolucionaria, que después pasaría a llamarse Juventud Democrática, y se integró para el combate clandestino en una célula formada por puertoplateños, conocida como “La célula de Puerto Plata”, ciudad de donde era nativo. Compañeros de oposición lo recuerdan tramando acciones políticas de denuncia junto a su compueblano Bolívar Kunhardt.

Pero al margen de este grupo, George, quien falleció el pasado 6 de febrero en Tampa, Florida, víctima de un infarto, solía reunirse, además, con Carlos León y Alfredo Lebrón Pumarol, de la JD, en una vivienda cercana a la Casimiro de Moya, en Gascue, aparentemente con fines sociales pero el objetivo era analizar aquella tenebrosa “Era” que ya en los primeros años de instaurada se había llevado valiosos hombres y mujeres de la sociedad dominicana.

Quien luego sería el exitoso empresario que murió ocupando la posición de  Presidente del Consejo de Directores de Brugal & Compañía, decidió marcharse al exilio al culminar sus estudios superiores, asqueado por la situación.

Se trasladó a Puerto Rico en 1947 y permaneció allí  dos decenios. En la vecina antilla realizó estudios de postgrado, trabajó en oficinas de ingeniería y luego se dedicó a negocios de materiales de construcción en “Metropolitan Interior Finishing”, de la cual fue propietario. Casó con una belleza de quien se dice fue “Miss Puerto Rico”, Carmen Rosario López Castañón, madre de sus tres hijos: George, María del Pilar y Marisol Arzeno López. El matrimonio se disolvió en 1952 y George Arzeno permaneció soltero hasta su lamentable y repentino deceso.

De los años de lucha antitrujillista quedó su foto en un álbum de los servicios de seguridad del régimen, que lo tenía “fichado” cuando probablemente no alcanzaba los 20 años de edad.  A pesar del destierro, el osado desafecto mantuvo contacto con opositores que combatían la satrapía.  Su patriótico proceder perdura también en  el recuerdo de contemporáneos pertenecientes a la Juventud Democrática, que le sobreviven.

Descendiente de héroe

George nació el 3 de abril de 1925, hijo de Luis Christian Arzeno Heinsen y Lucía Brugal Pérez, quienes concibieron también a Hilda Isabel (fallecida) y Carmen Lucía.

Manifestaba orgullo por haber recibido educación oficial. Cursó la primaria en la “José Dubeau”, de su pueblo natal, y la secundaria en La Normal, de Santiago. “La enseñanza y la disciplina que había en las escuelas públicas eran tan buenas o quizás más completas que la que se podía recibir en la escuela privada”, declaró en 1991 en una entrevista en la que confesó especial admiración por Gloria Marión de Marte, una de sus primeras maestras, de quien dijo aprendió el beneficio que deriva de ser ordenado.

El tronco de esta distinguida familia era Luis Sebastián Arzeno, hijo de José Arzeno Rodríguez y Carmen Abreu Imbert, esta última hija de José Abreu  y Ana Francisca Imbert,  hija de José María Imbert, héroe  del 30 de Marzo, y María Francisca Delmonte.

El trabajo

George Arzeno llegó a Brugal & Compañía en 1967, como un ejecutivo más, cuando todavía sus tíos Juan y Plácido Brugal dirigían la firma. En 1970 aceptó la propuesta que ellos le hicieron para que ocupara la presidencia, luego pasó a ser presidente del Consejo de Directores. Afirmaba haber heredado de su abuelo, Andrés Brugal, la gran visión y capacidad de trabajo que influyeron para que el crecimiento de la empresa estuviera por encima del desarrollo de la economía nacional.

Aunque consagró prácticamente toda su vida al trabajo, ocupando diferentes posiciones en los negocios familiares, Arzeno Brugal dedicaba parte de su tiempo libre a la práctica de tenis, deporte que le apasionaba y que compartía con los hermanos Fernando y José Ravelo y su inseparable amigo Carlos León. Originalmente competían en el Santo Domingo Tenis Club (La Bocha) y al final en el Santo Domingo Country Club.

Accesible, de trato amable, gran lector, sociable, de fino y elegante vestir, era sumamente humilde a pesar de su liderazgo, su linaje ilustre y las elevadas funciones que desempeñaba. Al margen de los negocios de los Brugal, ostentó la presidencia de múltiples asociaciones empresariales y sociales.

Cómo era

Sensible, condolido de los más desfavorecidos de la fortuna, fue el ideólogo de numerosos programas que ya son tradición en Brugal & Compañía para ir en auxilio de los pobres. Gracias a su espíritu justiciero se reconoció, además, a filántropos y bienhechores que auspiciaban instituciones de servicio en diferentes áreas. 

Le preocupaban también situaciones cruciales del país por lo que siempre alertaba en torno a problemáticas políticas, sociales, culturales, económicas. Precisamente días antes de su inesperada partida estuvo participando en la “Cumbre de las Fuerzas Vivas” que congrega diversos sectores de la sociedad y viajó hasta la zona montañosa del Cibao para sostener un encuentro con integrantes de la asociación de caficultores que el 2008 mereció el “Gran Premio Brugal cree en su Gente”, del cual fue don George principal aliento.