Ejercicio e inmunidad

Ejercicio e inmunidad

Algunas investigaciones revelan que las personas sedentarias no tienen un sistema inmunológico tan vigoroso como las que se ejercitan. Ejercicios moderados (por ejemplo, un programa de caminatas para personas que han sido sedentarias) parece mejorar las funciones de inmunidad.

Pero también hay pruebas de que el exceso de ejercicio pudiera deprimir el sistema inmunológico: la alta intensidad, o la resistencia prolongada acelera la producción de las llamadas “hormonas del estrés”, la adrenalina y el cortisol, que deprimen varios componentes del sistema.

Los atletas olímpicos y otros que se someten a fuertes entrenamientos, con frecuencia reportan que después de una competencia y entrenamiento intensos son más susceptibles a los catarros. Sin embargo, estas noticias no deben impedir que los atletas compitan o que se abandonen los ejercicios.

Los beneficios del ejercicio para la salud son obvios. El ejercicio aeróbico regular es bueno para el corazón. Cargar pesas fortalece huesos y músculos. La idea de que sus células para la inmunidad pudieran no responder a su programa de ejercicios no debe impedir que usted siga con sus ejercicios o que empiece un programa, si usted lleva una vida sedentaria.

Los estados mentales por supuesto que afectan la salud, y tensiones emocionales extremas pueden dañar la inmunidad y facilitar el desarrollo de enfermedades.

Sin embargo, las investigaciones del vínculo entre la mente y la inmunidad están en sus etapas iniciales y han producido pocas evidencias firmes hasta ahora. Y tampoco muchos consejos sobre cómo proteger el sistema inmunológico de los efectos adversos de la tensión emocional. Un experimento puede mostrar que el intenso pesar puede deprimir las células T humanas, por ejemplo, pero no sabemos si el resto del sistema se afecta, o si las fluctuaciones significan mucho.

Aún así, informes sobre el incremento de algunas enfermedades, y hasta las muertes, en personas que han sufrido pérdidas recientes son frecuentes. Los pacientes de cáncer con un “espíritu de lucha” parecen vivir más que los que se sienten derrotados. Pero esto pudiera o no demostrarnos algo sobre la función inmunológica. Se considera que un buen apoyo social mejora la inmunidad en personas bajo fuertes tensiones.

Las células de la inmunidad y las células nerviosas actúan entre sí. Por ejemplo, cuando se combate una infección, las células defensivas son capaces de estimular el cerebro y transmitir los impulsos que producen la fiebre. Los receptores de muchas de las sustancias químicas que se liberan durante el estrés, como la epinefrina, se han observado en la superficie de los linfocitos encontrados cerca de las terminales nerviosas en los nódulos linfáticos y el páncreas. Esto indica que lo que ocurre en el cerebro puede interactuar con el sistema inmunológico para deprimirlo, o por el contrario, estimularlo.

¿QUÉ EFECTO TIENE EL FUMAR SOBRE LA INMUNIDAD?

Una parte del por qué los fumadores corren el riesgo de cáncer en el pulmón y de enfermedades respiratorias pudiera ser que el fumar elimina las células de la inmunidad. Cuando los fumadores abandonan ese hábito empiezan a mejorar a los 30 días.

¿CUÁNDO Y POR QUÉ FUNCIONA MAL EL SISTEMA INMUNOLÓGICO?

El sistema inmunológico tiene tantos sistemas de seguridad que, en teoría al menos, pocas veces deberíamos enfermarnos. Pero en realidad, nos enfermamos. Agentes dañinos como el VIH pueden desarmar nuestras defensas. El sistema, sencillamente, puede verse abrumado por el número y la toxicidad de virus, bacterias u otras células extrañas, y toxinas. 

Aunque el sistema inmunológico nos defiende del cáncer, está sujeto al cáncer. La leucemia es un cáncer de las células blancas de la sangre; el mieloma múltiple afecta ciertos linfocitos que producen anticuerpos. Los cánceres del sistema linfático incluyen el linfoma y el “mal de Hodgkin”. Algunos de estos males se pueden tratar ahora con éxito.

A veces, los guardianes del sistema enloquecen, y confunden un a un intruso básicamente inofensivo, como el polen, polvo o un mínimo veneno de abeja con un enemigo y hacen que el cuerpo entre en alerta roja, lo que se conoce como una “reacción alérgica”. Además, el sistema inmunológico puede confundir las propias células y tejidos del cuerpo con “aliens”, y atacarlas, como ocurre en las enfermedades auto-inmunológicas como la artritis reumatoide y el lupus sistémico.

El sistema inmunológico también rechaza y mata los transplantes de órganos y tejidos, que potencialmente salvan la vida, a menos que se encuentre alguna forma de circunvalar la reación. Aunque en teoría el sistema inmunológico de una mujer embarazada debería atacar al feto -que no forma parte de su propio organismo-, no lo hace. Esto se debe a que el feto produce una sustancia que lo protege del sistema de defensa de la madre.  FUENTE: Wellness Letter

INFUSIONES CONTRA  ARENILLAS EN LOS RIÑONES

Algunas personas tienen tendencia a generar depósitos en forma de arenillas o cálculos en el riñón. Su composición puede ser diferente (oxalato cálcico, carbonato cálcico, ácido úrico…), por lo que es útil conocerla para poner el tratamiento.

Lo ideal es prevenirlos, antes de que se formen, mediante prácticas de salud tan elementales como beber agua de baja mineralización o ingerir suplementos de magnesio o vitamina B6.

LAS PLANTAS QUE AYUDAN

Hay muchas plantas que ayudan a prevenir su formación y a eliminarlos (en general, las de propiedades diuréticas): apio, brezo, cola de caballo, diente de león, estigmas de maíz.

Puede probar con una de estas infusiones tres veces al día. FUENTE: Prevenir

CONDUCIENDO DE NOCHE

Nadie ve tan bien en la oscuridad como con la luz diurna, pero esto constituye pocas veces un problema, a menos que usted esté conduciendo de noche. La “miopía nocturna”, que hace que las señales de tránsito y otros objetos se vean borrosos cuando hay poca luz, es bastante común entre los adultos jóvenes. Aunque también puede ocurrir en las personas mayores.

Algunas personas que usan lentes optan por una segunda receta para conducir de noche. Esto pudiera ser útil para los pilotos, conductores de camiones y marineros, que trabajan de noche, aunque no todos los oftalmólogos creen que esto sea aconsejable o necesario para el conductor típico. Algunos pudieran necesitar una prescripción diferente, y otros solo una capa anti-reflejos; mientras que hay quien no necesitaría nada.

Otro remedio propuesto para una pobre visión nocturna son los lentes con algún color -amarillo, ámbar, o naranja. Se supone que estos colores mejoran el contraste, pero en realidad pudieran intensificar el brillo. FUENTE: Wellness Letter

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