Ejercicios para una  buena memoria: ocho formas que ayudan a ejercitar su cerebro

Ejercicios para una  buena memoria: ocho formas que ayudan a ejercitar su cerebro

Como es bien sabido,  el cerebro es un músculo más, por lo que, si no se entrena, se “oxida”. Hay muchas maneras de ejercitarlo. Últimamente están de moda los juegos de memoria, rapidez y destreza mental, pero además hay otros modos de ejercitar su cerebro.

Los ejercicios para la memoria son diseñados principalmente para adultos mayores,  porque los niños y jóvenes por lo regular siempre tienen la mente ocupada, ya sea por sus estudios o por su incursión en el maravilloso mundo de la tecnología.

A continuación les dejamos una guía para ejercitar el músculo más poderoso de nuestro cuerpo: la memoria.

Lea un libro. Tome un libro que verse sobre un asunto que le sea completamente novedoso.  Diversifique un poco sus lecturas, abandone los temas que le son familiares. Si normalmente lee libros de historia, pase a una novela contemporánea.

Juegue un poco.  Los juegos son una forma maravillosa de excitar y retar al cerebro. Los sudokus, crucigramas y juegos electrónicos tipo “brain training” son formas estupendas de mejorar la agilidad cerebral y la capacidad de memorizar. Estos juegos se basan en la lógica y en las capacidades verbales, matemáticas, etc. Además son divertidos.

Use su otra mano. Pase el día haciendo cosas con su mano no dominante. Si es zurdo, abra las puertas con la mano derecha; si es diestro, intente usar las llaves con la mano izquierda.

Aprenda los números de teléfono. Nuestros modernos móviles memorizan todos los números que nos llaman. Nadie ha vuelto a esforzarse en recordar los números de teléfono, pero es una estupenda actividad para ejercitar la memoria.

Coma para su cerebro. Su cerebro necesita que coma grasas saludables.

Céntrese  en las grasas de pescado, como las del salmón, frutos secos, como las nueces, y aceites, como el de linaza u oliva. Ingiera más esta clase de alimentos y reduzca las grasas saturadas. Elimine por completo los ácidos transgrasos de su dieta.

Transite por rutas distintas. En carro, o a pie, busque nuevas rutas para llegar a donde quiera que vaya. Este pequeño cambio en la rutina ayuda al cerebro a practicar con la memoria espacial y las direcciones. Intente cambiar de acera y altere el orden en que visita sus tiendas preferidas para así cambiar la rutina.

Elija un nuevo hobby. Encuentre  algo que le cautive, que pueda hacer fácilmente en casa y que no cueste demasiado dinero.

Haga fotografías con una cámara digital, aprenda a dibujar o a tocar un instrumento, practique nuevos estilos de cocina o escriba. Todas estas son buenas elecciones.

Aprenda otro idioma. El hablar dos o más idiomas mejora “la calidad” del cerebro y retrasa su envejecimiento. En este caso, se trata de aprender otro idioma o una habilidad mecánica.

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