CAMPAMENTO DE REFUGIADOS JEBALIYA, Franja de Gaza (AP) _ El ejército israelí dio muerte el sábado a ocho pistoleros palestinos, entre ellos cuatro que cortaron la valla fronteriza de Gaza, al tiempo que los militares renovaban su ofensiva contra los cohetes palestinos en uno de los combates más intensos de los cuatro años de hostilidades.

   Unos 2.000 soldados en centenares de vehículos armados patrullaron un tramo de ocho kilómetros del norte de Gaza, donde los extremistas han disparado numerosos cohetes de fabricación casera contra comunidades israelíes.

   Ambas partes parecen estarse preparando para una larga lucha, y como parte de esos preparativos se advierte la fortificación de las posiciones palestinas.

   Por lo menos 48 palestinos y cinco israelíes han perecido en cuatro días de violencia. La ofensiva israelí fue lanzada después de que un cohete disparado por militantes de Hamas dio muerte el miércoles a dos niños israelíes en un pueblo cercano a Gaza.

   En la primera conferencia de prensa de su historia, cuatro miembros de la hermética ala militar de Hamas, Izzedine al Qassam, amenazaron el sábado con disparar cohetes contra la ciudad israelí de Ashkelon, ubicada en la costa a 15 kilómetros al norte de Gaza, que había estado fuera del alcance de los cohetes.

   Los pistoleros, que llevaban el rostro cubierto con máscaras negras, dijeron a los periodistas convocados en la mezquita de Al Noor en el campamento de refugiados de Jebaliya que el grupo ha preparado cohetes capaces de llegar más lejos en su trayectoria. Y agregaron que 15 de sus hombres han caído en combates recientes.

   En la ciudad de Ramalá, el primer ministro palestino Ahmed Qureia instó veladamente a los grupos extremistas a que suspendan sus ataques de cohetes. «Exhortamos a las facciones a que tengan en cuenta el interés nacional más alto y no den a Israel excusas para continuar la agresión de nuestro pueblo en Gaza»», dijo Qureia tras una reunión de emergencia de su gabinete.

   Por su parte, el dirigente palestino Yaser Arafat aludió a la campaña de Israel como «un ataque monstruoso, criminal e inhumano contra nuestro pueblo»».

   Una huelga comercial ordenada por las brigadas Mártires de al Aksa y otros grupos extremistas fue observada en gran medida el sábado en Gaza, pero apenas fue respetada en Cisjordania.

   Al Aksa tiene vínculos con el movimiento al Fatah de Arafat.

   Las estaciones de radio de Gaza transmitieron advertencias de Al Aksa de que aquellos comerciantes que no se sumen a la huelga serán castigados.