Moscù. El ejército ruso, que interviene en Siria en apoyo de las fuerzas gubernamentales, declaró este viernes que Estados Unidos impide a los refugiados sirios recibir ayuda humanitaria, considerando que esto es equiparable a «crímenes de guerra».
Estados Unidos desmintió esas alegaciones y aseguró que el régimen sirio es el responsable de que no llegue la ayuda humanitaria.
Según el «Centro ruso para la reconciliación de las partes beligerantes», la situación humanitaria es muy difícil en la región de At Tanf, en la frontera jordano-siria, donde está instalada una guarnición de la coalición internacional liderada por Washington.
«Lo más urgente es la situación humanitaria en la región de At Tanf por culpa de Estados Unidos, que desplegó una base militar ilegalmente y prohíbe acercarse a menos de 55 kilómetros, privando a decenas de miles de refugiados de la posibilidad de recibir ayuda humanitaria», indicó en un comunicado.
«Las acciones del ejército estadounidense y de la llamada ‘coalición internacional’ son una grosera violación al derecho humanitario y podrían ser calificadas como crímenes de guerra», continúa el comunicado transmitido a las agencia de prensa rusas.
La franja de 55 kilómetros mencionada por el ejército ruso es en realidad la zona de distensión pactada con él en torno a la guarnición de At Tanf para evitar choques accidentales entre las fuerzas rusas y las estadounidenses, indicó a la AFP un portavoz del Pentágono, Eric Pahon.
Muchos civiles que huyeron de las zonas bombardeadas por el ejército sirio encontraron refugio en esa zona de 55 kilómetros de ancho donde saben que no serán atacados, explicó.
«Hemos informado a los rusos de que estábamos dispuestos a facilitar la llegada de la ayuda» hacia esos civiles, «pero el régimen sirio impidió que esos esfuerzos dieran resultados», añadió Pahon.
A comienzos de octubre, el ejército ruso ya había acusado a Washington da aportar «apoyo» a la organización yihadista Estado Islámico (EI) desde la región de At Tanf.
Según Washington, At Tanf alberga un campo utilizado por las fuerzas especiales estadounidenses y británicas para formar a rebeldes sirios que luchan contra el EI.