Por qué no hay ejército en Haití? Existía durante las dictaduras de Duvalier padre e hijo (1957-1986) cuando algunos de sus miembros devinieron en ton ton macoutes y leopardos matando a opositores. Luego, bajo los regímenes subsiguientes, más o menos democráticos, el ejército se dedicó a tumbar gobiernos, como en el caso de Aristide, derrocado al igual que Bosch, a los nueve meses.
En el 2004 los Estados Unidos intervinieron a Haití y, emulando el caso de Noriega de Panamá, donde se eliminó el ejército, se decidió sustituir el ejército haitiano por una policía de unos cinco mil miembros que fue asesorada, entre otros, por Raimundo Kelly, exjefe de la policía de Nueva York.
Funcionó más o menos bien hasta que el gobierno de Martelly se logró debilitarla, atrasando el pago de los sueldos. Docenas se marcharon para pasar a integrar las bandas, como el caso del ya célebre Barbecue. Hoy día esas bandas tienen mayor poder bélico que la policía y esta no se atreve a entrar a aquellas zonas de la ciudad controladas por ellas.
El objetivo de las bandas es doble: hacerse millonarios a través de los secuestros y tumbar al Gobierno, bloqueando el acceso de la gasolina al país. Ya atacaron muy cerca del Palacio Nacional, buscando capturarlo.
El anuncio del portavoz del Departamento de Estado de que la comunidad internacional no intervendría, algo que ya había sido expresado anteriormente por los americanos, creemos que dará la victoria a las bandas, las cuales tomarán el poder.
¿Entonces qué? Cómo reaccionaría Washington y cómo reaccionaría Santo Domingo? Tenemos la impresión de que los americanos no quieren intervenir para luego ser criticados como imperialistas que otra vez manchan el solio haitiano, a no ser que el pueblo haitiano formalmente pida esa intervención. Y es que quieren que lo solicite no solo el gobierno, sino los principales partidos de oposición y la sociedad civil, el llamado “grupo del Hotel Montana”. Solamente una propuesta de amplísimo consenso podría ser tomada en cuenta por la comunidad internacional.
Si se logra esa solicitud formal y amplia los Estados Unidos y otros países intervendrían. La experiencia en Afganistán e Irak muestra que la intervención bien puede comenzar, una vez los dieciséis religiosos norteamericanos y canadienses sean sacados de Haití, a través de drones que salen ya sea desde Guantánamo o desde un barco fuera de las tres millas de aguas territoriales haitianas, y que darían fuego al Barbecue y otros grupos.
Mientras tanto en Santo Domingo debemos seguir controlando fuertemente la frontera ya que es predecible un éxodo, dada el hambre y la falta del combustible y, posterior a la intervención, un éxodo de miembros de las bandas. Lo que ha perjudicado la imagen del país y que no debió haberse hecho es el decir que se le negarán visas a estudiantes haitianos. Cuando se aclaró el propósito ya era tarde, pues la noticia había trascendido.
Si se quiere controlar la entrega de visas a los estudiantes ese proceso se inicia con la obtención en Haití de visas de turistas. Como nuestros cónsules allí solo buscan ganar dinero dando muchas visas creemos que esos “compañeros” deben ser sustituidos por miembros del DNI, quienes sí saben cómo discriminar entre verdaderos estudiantes y otro tipo de gente.
Hoy día las bandas en Haití tienen mayor poder bélico que la Policía
Objetivo de bandas es ganar dinero con los secuestros y tumbar al Gobierno
En RD debemos seguir controlando fuertemente la frontera