Ejército y Policía vigilan Guayubín para evitar nuevos incidentes

Ejército y Policía vigilan Guayubín para evitar nuevos incidentes

JUAN GOMEZ, Guayubín. Miembros del  Ejército y de la Policía vigilan la comunidad de El Cerro, de   Juan Gómez,  para evitar nuevos enfrentamientos, tras la  muerte  de un  dominicano y el incendio de   viviendas de haitianos.

Ayer en la tarde otra casa  fue incendiada, estaba  al lado de la de la fiscalizadora Daisy Díaz Espejo.

Los munícipes dicen  que no debió ocurrir la agresión contra la comunidad haitiana, sino que mediara una  investigación para determinar responsabilidades en la muerte del dominicano Alcibíades Jiménez, de 73 años.

“La comunidad de Campamento quiso tomar justicia por sus propias manos, porque entendieron  que  estos  haitianos  tenían que ver con  lo que le pasó al señor”, comenta Pablo Veras.

Y Justina Peña insiste en que  “por uno no pueden pagar todos”.

  Comentan que todos los que viven  en  el  batey de El Cerro son  hombres muy trabajadores que toda la comunidad de Juan Gómez conoce y que no se explica cómo un grupo de dominicanos  arremetió contra ellos, que ni siquiera  conocen  a ese  haitiano que mató al anciano en la sección de  Campamento.

Los  haitianos  huyeron inmediatamente del lugar, ya que la  mayoría  eran  ilegales y que del grupo  solo  cinco tenían residencia legal.

Wilson  Selva,  busca desesperado entre las comunidades vecinas a su mujer con una niña de tres meses de edad que no se sabe a donde  huyó después del incendio.

Sin  embargo  Bélgica Barrientos  se niega a  aceptar que los  haitianos vivan en el lugar y aclara que “de hacerle daño, no”.

Es partidaria de que Migración  se ponga las pilas y  busque a todos los  haitianos  que allí residen,  porque cada día llegan  más, todos se parecen y  los  habitantes sienten temor.

Mientras, fue internado en el municipio de Mao, Valverde,  el alcalde de Juan Gómez, Emilo Bolívar Martínez,  preso en Villa Vásquez, por acompañar a las turbas, y  al que supuestamente le dió un infarto.

La historia

El haitiano a quien se atribuye el asesinato del dominicano llegó  hace  una semana alegando que era amigo de Alcibíades Jiménez, quien  le dio posada. Al día siguiente Alcibíades  comentó que iba  a vender  una  puerca para  comprar  medicamentos  a su esposa, víctima de un derrame cerebral.

En  la tarde del martes  Alcibíades Jiménez salió a visitar a una hija, acompañado de su huésped y poco después el haitiano  regresó solo, según relató María Jiménez,  nieta de la víctima.

En horas de  la tarde, al ver que Alcibíades Jiménez  se tardaba en regresar,  decidieron emprender su búsqueda, encontrando su cadáver poco después  en un monte. había sido asesinado a palos.

“La comunidad, al verlo así se indignó  y salieron a  buscar al  haitiano  y a  mí me informaron que  incendiaron unas casas en  Juan Gómez. No sé  quienes  fueron, quizás  algunos tígueres lo  hicieron   para que le echaran  la culpa a los lugareños”, observó  Justina Peña.

María Jiménez,  nieta de Alcibíades, explicó que  el  haitiano es  una persona joven y  dijo que se llama  Papito.

Explicó que el victimario no encontró el dinero en los bolsillos de Jiménez.

Zoom

Una petición

El gobernador de la provincia, doctor Alejandro Toribio, pidió a las autoridades de la Dirección General de  Migración que  vaya en auxilio de los habitantes de esta zona. Esto implica, dijo Toribio, que  comience a hacer un operativo de repatriación  urgente de los  haitianos  ilegales que viven en el país. Dijo que de esta manera se   evitará que haya  otras desgracias como esta.

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