Ejército Chile cancela nieto Pinochet

<p>Ejército Chile cancela nieto Pinochet</p>

SANTIAGO DE CHILE (AP).- El ejército dio de baja ayer al nieto militar del general Augusto Pinochet, cuyas declaraciones políticas durante el funeral del ex dictador fueron reprobadas por la presidenta Michelle Bachelet, informó el comandante en jefe del ejército, general Oscar Izurieta.

Izurieta dijo que el decreto de expulsión del capitán Augusto Pinochet Molina fue firmado el miércoles en la tarde por la ministra de Defensa, Vivianne Blanlot.

Explicó que, por tratarse de un oficial, él no tiene la facultad de llamarlo directamente a retiro, por lo que envió el decreto a Blanlot que lo suscribió de inmediato.

«No hubo una petición concreta’’ del gobierno para darlo de baja, aclaró Izurieta. Añadió que dejó pasar 24 horas antes de pedir su salida «por respeto al dolor de la familia’’.

Durante la ceremonia fúnebre del ex dictador, el martes, en la Escuela Militar, Pinochet Molina pronunció una alocución fuera del programa, en el que exaltó la figura política de su abuelo por haber derrotado al marxismo al derrocar al presidente socialista Salvador Allende en 1973.

También fustigó al Poder Judicial por los numerosos procesos que enfrentó su abuelo por violaciones a los derechos humanos y por corrupción.

El nieto de Pinochet dijo que su abuelo y su familia fueron «vejados por jueces que buscaban más renombre que justicia’’.

Izurieta había anticipado que las palabras del ahora expulsado capitán «no representan en nada el sentir del ejército’’.

Bachelet había expresado su molestia con la intervención política y sin autorización de Pinochet Molina durante una rueda de prensa el miércoles.

«Un oficial, saltándose la línea de mando, sin autorización para hablar, irrumpió expresando opiniones políticas en contra de un poder del estado y de sectores de la sociedad civil’’, dijo la mandataria.

Agregó que «esto constituye una falta gravísima. Estamos seguros que el ejército sabrá hacer lo que corresponda’’. más renombre que justicia’’.

   Augusto Pinochet Hiriart, hijo mayor del ex dictador, había anticipado que su hijo había presentado una solicitud de retiro del ejército dos días antes de pronunciar su polémico discurso, pero Izurieta aclaró que sólo había expresado a su oficial superior su «incomodidad’’ en las filas castrenses y que no llegó a formalizar una petición para apartarse de ella.

   Pinochet Hiriart había agregado que si debía salir de las filas lo haría con la frente en alto. «Mi hijo no dijo nada nuevo, él demostró los sentimientos de un nieto, de toda la familia, pero no dijo nada nuevo’’, manifestó.

   Izurieta y el nieto de Pinochet, vestido de civil, y la familia del fallecido general, participaron el miércoles en la última ceremonia fúnebre de despedida al ex comandante en jefe del ejército en la hacienda costera de Los Boldos, a unos 130 kilómetros al suroeste de Santiago, que consistió en un responso en la capilla de la residencia donde el general solía descansar.

   En la capilla fue depositada el ánfora con las cenizas del ex dictador luego de ser incinerado por razones de seguridad en un cementerio del balneario de Concón.

   Sólo a la medianoche del martes concluyó el proceso de incineración y las cenizas fueron entregadas a los dos hijos varones de Pinochet, quienes las transportaron hasta Los Boldos.

   La muerte del ex hombre fuerte de este país, quien gobernó dictatorialmente entre 1973 y 1990, fue considerada por el ex presidente Ricardo Lagos como el cierre de un capítulo en la historia de este país.

   Bachelet señaló, a su vez, que no cree que se abra una nueva etapa, sino que «simboliza la partida de un referente de un clima en el país de divisiones, de odio, de violencia’’

   Indicó que a raíz de la muerte de Pinochet «hemos visto expresiones de división que por momentos nos recordaron los tristes episodios que Chile superó’’.

   Agregó que su gobierno se anticipó a los hechos y preparó las medidas impuestas a partir del domingo, permitiendo la libre expresión de todos los sectores. Señaló que por eso, a pesar de desmanes, el país se mantuvo tranquilo.

   La mandataria deploró y ofreció excusas por los ataques a periodistas locales y extranjeros por parte de fanáticos pinochetistas durante el velatorio de Pinochet y las ceremonias posteriores.

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