El “Acuerdo de Madrid” según los expertos en el tema eléctrico

El “Acuerdo de Madrid” según los expertos en el tema eléctrico

Los contratos originales de la capitalización de la CDE, ejecutada durante el primer gobierno del PLD (1996-2000), firmados entre las nacientes EGE-HAINA y EGE-ITABO con las empresas distribuidoras, fijaban el precio del kilovatio-hora con base en fórmulas incorrectas que en poco tiempo lo llevaron a las nubes, le daban ganancias exageradas a  las generadoras, provocaban pérdidas a las distribuidoras y obligaban al Gobierno a pagar más de 200 millones de pesos mensuales en subsidios. En esa ruta, la reforma recién instalada caminaba hacia un callejón sin salida.

Para modificar dichos contratos, el gobierno de Hipólito Mejía, a través de la CDE, propuso un acuerdo entre las empresas generadoras y las distribuidoras. Ese arreglo, firmado en agosto del 2001, es conocido hoy como el Acuerdo de Madrid.

Pero, ha sido tan grande y tan larga la propaganda contra ese acuerdo que algunos lo citan y lo critican sin ni siquiera haber leído su carátula. Por ello, conviene conocer lo dicho al respecto por técnicos independientes. Veamos:

1. En una publicación  presentada en octubre del 2004, el director del Instituto de Energía de la UASD escribió:

“Estos contratos por sí solos, a nuestro juicio, se convirtieron en el principal escollo en la sostenibilidad del proceso de reforma del subsector eléctrico”

Y más adelante, refiriéndose al Acuerdo de Madrid agrega: “(…) No obstante reconocemos que llegar a un acuerdo era de rigor, al inicio del 2001, debido a los desastrosos contratos (…) elaborados por la Comisión para la Reforma de la Empresa Pública (REP)”. (JL Moreno, octubre, 2004)

2. La crisis desatada  por la aplicación de los contratos de la CREP fue analizada también por un consultor del BID, el cual afirma, entre otras cosas:

“La crisis se resuelve (…), en agosto 2001, con la renegociación de los contratos iniciales de suministro, denominada “Acuerdo de Madrid”, en un intento de reducir los costos de compra de energía para los distribuidores y reducir la necesidad de subsidios del Gobierno”.

(Manuel Dussan, “Diagnóstico del sector eléctrico”, BID, abril 2003)

3. En un documento  de enero 2004, destinado a fundamentar uno de los préstamos del sector, los analistas del Banco Mundial establecen:

“Los Acuerdos de Compra de Energía impusieron una carga financiera a la CDE, la cual se vio incapaz de obtener suficientes recursos (…) del Gobierno Central. En el 2001 la CDE renegoció esos contratos (Acuerdo de Madrid, A.A.) y asignó algunos de ellos a las Compañías Distribuidoras o al mercado al por mayor. De esta forma el Gobierno redujo (…) su papel como comprador único. Los contratos debieron ser compensados por “costos varados” dando como resultado precios inferiores al de los contratos originales”.

“Los contratos fueron renegociados sin dañar el clima de inversiones privadas”.

4. Por su parte,  el doctor Robert Means,  en un informe para la firma NRECA International, en diciembre del 2004, afirma:

“Esto sugiere que los contratos Madrid inicialmente no produjeron utilidades excesivas a las generadoras”.

Y en las conclusiones agrega:” Con base en el análisis, tanto de costos de las plantas de generación existentes y los contratos vigentes, la conclusión general concerniente al subsector de generación es que, aunque existen algunas áreas para mejoras, este subsector no está sobre-cobrando significativamente y no es el problema central del sector eléctrico”.

5. Finalmente,  en febrero del 2003, la firma consultora Advanced Engineering Associates International, de los Estados Unidos, en un reporte sobre la sostenibilidad el sector elaborado para la USAID afirma:

“En general, el proceso de la renegociación de PPA (Power Purchasse Agreement, contratos originales de la CREP) parece haber sido sano”.

 Y más adelante, refiriéndose al Acuerdo de Madrid, agrega: “El Gobierno ha negociado las extensiones del término de los contratos por precios bajos, mejores provisiones de penalidades y flexibilidad…”

En resumen, el Acuerdo de Madrid no pudo eliminar todas las ventajas a favor de las generadoras, ni otras distorsiones introducidas por la CREP, pero fue, sin dudas, un paso de avance para llevar orden y racionalidad a la nueva dinámica de un servicio público recién privatizado. Pero, todavía los técnicos y comentaristas allende al PLD ni lo han entendido ni le dan tregua.

Zoom

Entre el subsidio y la deuda eterna

Las autoridades del gobierno estiman que  este año cerrará con un gasto superior a los 37 mil millones de dólares en subsidio al sector eléctrico, muy por encima de lo originalmente presupuestado, ya que por los elevados precios del petróleo aumentó la necesidad de recursos del sistema. Esta inversión no ayudó a disminuir la deuda pendiente que el gobierno mantiene con las empresas generadoras, ni supuso un avance significativo en la solución a los graves problemas que afectan al sector. Las cobranzas se incrementaron ligeramente, especialmente en las distribuidoras estatales.

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