El “discreto” Raúl tiene a los cubanos impacientes por su futuro

El “discreto” Raúl tiene a los cubanos impacientes por su futuro

POR MARC FRANK
En La Habana

Puede ser que Raúl Castro esté actuando como presidente, pero no está ocupando el puesto en la oficina de Fidel, su hermano enfermo, en el Palacio de la Revolución, con los pies sobre el escritorio y dictando órdenes. Desde que el octogenario presidente cubano se sometió a una cirugía abdominal, y entregó el poder temporalmente hace ya un mes, Raúl ha estado trabajando desde la puerta contigua, en el Ministerio de las Fuerzas Armadas, tal como lo ha hecho durante 47 años; una señal de que su hermano podría regresar.

El padecimiento del mayor de los Castro es un secreto de Estado, y como tal, aparentemente, así es como lo está tomando el Castro más joven.

 “Yo siempre he sido discreto, esa es mi forma de ser, y […] pienso seguir siendo así”, dijo Raúl al diario Granma, órgano oficial del Partido Comunista de Cuba, en su única declaración pública desde que asumiera el poder..

Los cubanos, temerosos de lo desconocido y mucho más familiarizados con Fidel que con Raúl no saben qué esperar del líder interino. Hasta aquellos que lo conocen y les gusta Raúl admiten lo obvio.

 “Yo creo que Raúl sería un buen presidente porque es muy sincero. Cuando él dice que esto es verde, es porque es verde, pero no tiene la visión, carisma, ni la fuerza de Fidel”, dijo Francisca Reyes, que a los 22 años llevaba mensajes y cocinaba para el grupo de revolucionarios de Raúl en las montañas, en los años de 1950.

Mientras que nadie duda de las credenciales comunistas de Raúl, muchos expertos extranjeros consideran que él desea apartar a Cuba del viejo modelo soviético y acercarlo a uno asiático, más abierto.  Brian Latell, un analista que durante décadas en la CIA estudió a los hermanos Castro, ve venir los cambios al margen de si el mayor de los hermanos está muerto o vivo.

 “Raúl sabe que él no ocupará el cargo durante muchos años, y probablemente quiera dejar un legado más claro, más positivo, que algunos de aquellos octogenarios líderes soviéticos de los comienzos de la década de 1980”, dijo el señor Latell, autor de After Fidel (Después de Fidel)

“Si él quiere en verdad adoptar un modelo tropical de China para Cuba, como sospecho que desea hacer, entonces es probable que descentralice la economía y afloje las restricciones a los inversionistas extranjeros, mientras mantiene un control político estricto y promueve reformistas civiles a cargos importantes” ¿Será eso realmente posible con Fidel todavía dando vueltas?, pregunta Marifeli Pérez Stable, vicepresidente para la gobernabilidad democrática de Diálogo Interamericano, radicado en Washington. “Un Fidel Castro muy disminuido, pero todavía funcionando es la peor variable posible para Raúl y sus sucesores”, dijo la señorita Pérez-Stable. “La única plataforma que le ganará legitimidad es abrir la economía, y Fidel se opone a eso firmemente”.

Phil Peters, vicepresidente del grupo de política Lexington Institute, con sede en Virginia, cree que el que ambos hermanos presidan una sucesión sería la mejor variante para el liderazgo comunista.

 “Durante un prolongado liderazgo de transición no habría un solo momento en que el pueblo cubano se enterara de repente de la ausencia de Castro; ningún momento en que su sucesores serían súbita y completamente responsables de gobernar, y habría tiempo suficiente para traspasar las riendas del gobierno, y para que los cubanos se acostumbraran al cambio”, dijo.

Esa es la peor variante posible para la administración Bush y para los corredores del poder cubano-americano, que han creído que después de muerto Fidel Castro, los cubanos se levantarían para impedir que continuara el régimen comunista bajo Raúl

Casi todos los expertos están de acuerdo en que los acontecimientos recientes demuestran que ya deben empezar a modificar sus puntos de vista.

“El cambio será gradual, mucho menos espectacular de lo que cualquiera pueda imaginar, y será según los términos de La Habana”, dijo John Kirk, un experto en América Latina de Dallhouse University, en Halifax, Canadá.

 “El papel de Estados Unidos va a tener poco impacto, a pesar de los grandes intereses de los empresarios que desean tomar parte en la acción. Van a descubrir que no van a empezar a surgir los Golden Arches, o los Wal-Marts”.

VERSION: IVAN PEREZ CARRION

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