Madrid. EFE. El número 58,268 fue agraciado ayer con el premio Gordo del sorteo de Navidad de la Lotería española, el más popular y esperado del año, que en esta ocasión repartió 2,500 millones de euros (3,250 millones de dólares), que cayeron como lluvia de oro en un país inmerso en una profunda crisis económica. Más de cuatro horas duró este sorteo que cada 22 de diciembre anuncia para muchos el comienzo de la Navidad, y que, por segundo año consecutivo, se celebró en el auditorio del Palacio de Congresos de Madrid.
El Gordo o primer premio fue cantado por una niña ecuatoriana y un niño boliviano del Colegio de San Ildefonso, y estuvo dotado en esta ocasión con cuatro millones de euros (unos 5,2 millones de dólares) por serie, lo que significa que el dueño de un billete de un décimo cobrará 400,000 euros (520,000 dólares). El número fue vendido en una administración del Municipio aragonés de Grañen, en la provincia de Huesca.
Este pueblo apenas cuenta con 2,000 habitantes y se encuentra en la deprimida comarca de los monegros. Ahora, el gordo más gordo de la historia de la lotería de Navidad española ayudará a muchos agricultores a aliviar las fuertes inversiones acometidas en el campo. Así, una familia de rumanos, propietaria del bar Carlitos se encargó de repartir 38 series del Gordo de Navidad. Según contó Mijaela, hermana del pequeño Carlitos y camarera en el bar, la práctica totalidad de clientes del local son trabajadores o inmigrantes que se mueven por la zona y entre los que se distribuyó la práctica totalidad de los décimos que se pusieron en venta. Mi enano lo ha cantado, mi enano ha cantado el gordo, gritó en medio del salón de sorteos la joven dominicana Giselle, cuando se oyó el número del gran premio.