El “ninguneo” de los economistas

El “ninguneo” de los economistas

El otorgamiento del Premio Nobel de Economía se ha convertido en un ejercicio entre las cofradías de economistas: algo como buscar los aportes más recónditos sin que se le pueda achacar a que en la crisis actual se pueda vanagloriar de que una escuela aventaje a ninguna otra. A diplomacia al más alto nivel.

Para llegar a esta equidistancia, el Comité Nobel que otorga el premio de economía parece que tiene que salirse de las fronteras de la disciplina. En el 2009 le otorgó a la primera mujer pero no economista, sino científica política, Elinor Ostrom, acompañada del economista Oliver Williamson.

Este año 2012 se lo ha otorgado a dos  matemáticos (aunque uno estudiara economía, pero se doctoró en matemáticas) como diciéndonos: ya que ustedes no resuelven la crisis, premiamos a los que experimentan, porque lo que han hecho Lloyd Shapley y Alvin Roth es modelar matemáticamente los mercados para ver cómo son más eficientes y, por lo tanto, obtener mejores resultados, lo que en economía llamamos soluciones óptimas, como acabo de ver las explicaciones llanas de sus aplicaciones.

El problema del que tratan es el de definir soluciones estables para elecciones en pareja, sean éstas las de un centro y los estudiantes que en él se matriculan o el de tres hombres y tres mujeres que eligen pareja con la que casarse. La solución es estable si los partícipes consideran que no mejorarían con cualquier otra asignación. La solución es inestable si un hombre y una mujer, ya emparejados con otro, querrían ponerse de acuerdo para unirse entre sí. De igual manera, sería inestable la situación en la que una Facultad y un estudiante prefiriesen unir sus destinos pese a que ya estuvieran asignados separadamente. Esta rama de lo económico se llama la Teoría de los juegos cooperativos precisamente porque se trata de cómo se organizan las elecciones en pareja, sea en el campo matrimonial como en el universitario.

Las soluciones espontáneamente aparecidas en el mercado son a menudo subóptimas e inestables. Para mejorar las asignaciones, Gale (que murió en 2008) y Shapley diseñaron un método por el que pudieran los partícipes acercarse al óptimo. Dos reflexiones son pertinentes en este punto: óptimo en economía no quiere decir perfecto sino la situación menos mala que se pueda conseguir de tal forma que uno preferiría no moverse de ella. En el ejemplo de las tres parejas, la solución óptima puede ser que ninguno se case con la persona de su primera elección. La segunda reflexión es que las soluciones a este tipo de problemas no son de las que consisten en despejar unas incógnitas para conseguir de una vez valores finales de equilibrio, sino en acercarse paso a paso a una solución cada vez más cercana al óptimo. El método en cuestión se llama el ‘algoritmo Gale-Shapley’, pues algoritmo quiere decir un proceso iterativo por el que se prueban soluciones de forma numérica.

Con su artículo, Gale y Shapley se mantenían en el campo de la teoría abstracta, lo que no quiere decir que no obtuvieran resultados interesantes. Así, en el problema de la elección matrimonial hicieron ver que los hombres se veían favorecidos cuando eran ellos los que elegían a las mujeres, mientras que a ellas les favorecía la situación estable que comenzaba con ellas eligiendo.

En la década de 1990, Roth pasó a la aplicación práctica del citado algoritmo. En una conferencia en vídeo del año 2007, explicó alguna de sus propuestas, ampliamente aceptadas, para mejorar mercado de elecciones cooperativas. La más conocida y ampliamente aplicada es la de la elección de médicos jóvenes por hospitales y de hospitales por médicos. En líneas generales, la solución mejor consistía en que las expresiones de preferencia de hospitales y estudiante se centralizaban provisionalmente en un centro de compensación hasta que pudiera aplicarse el algoritmo tras clasificar la mayor parte de las preferencias ordinalmente. El mismo tipo de solución se ha aplicado en el mercado sin dinero de los trasplantes, en el que parece haber limitaciones éticas a la compra-venta de órganos. Incluso se ha aplicado esta técnica a mejorar las subastas en internet, en las que también se trata de conseguir emparejamientos estables entre comprador y vendedor. En todo este campo Roth ha usado también la simulación informática y los experimentos de laboratorio económico ,  una manera de proceder empírica, que el gran público desconoce cuando critica la ineptitud práctica de ciertos economistas.

Como una lección a mis estudiantes, para ganar el Nobel de Economía no hay que ser economista. Basta con experimentar con la economía. Los economistas nos encargamos de ningunearnos.

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