El “pedir cacao” se ha puesto otra vez de moda

El “pedir cacao” se ha puesto otra vez de moda

POR DOMINGO ABREU COLLADO
Para los que llegaron tarde al refranero criollo, a los neologismos dominicanos y a la jerga histórica, “pedir cacao” significa pedir perdón, lo que también vendría a significar pedir que le condonen a uno una deuda, solicitar que le apliquen a alguien la pena mínima o que le dejen a pena cumplida, rogar por libertad condicional, ofrecer dinero por aliviar el peso de la ley, suplicar porque baje el precio de cosas como los combustibles, la comida, los alquileres, la energía eléctrica y los servicios médicos… etc. En general, “pedir cacao” se ha vuelto un clamor nacional a tal nivel, que hasta en los mismos precios del cacao se está “pidiendo cacao”.

Pero comencemos con el cacao mismo. En esta semana me encontré con este secadero de cacao en la carretera que lleva a Hato Damas, de la provincia San Cristóbal. Y me llamó la atención su presencia porque es un lugar donde tanto el café como el cacao se daban en abundancia cuando la República Dominicana los tenía como uno de sus principales rubros de exportación y entrada de dólares.

Como canta Marco Antonio Muñiz, “por unas de esas muecas del destino” tanto el café como el cacao pasaron en un momento a ser tantito menos que basura en el mercado internacional y sus precios cayeron más estrepitosamente que las torres gemelas del World Trade Center. Esa caída del café y del cacao se debió a muchas causas, entre otras a que en otros países se la juegan en serio a la hora de pelear sus precios de venta, mientras que en RD “lo cojen como venga” y el resto se lo dejan a la virgen de la Altagracia.

El asunto es que ahora Brasil, Colombia, México, República Dominicana y 41 países más, productores de café, están actualmente enfrentados a la ruina económica por culpa de la caída de los precios mundiales, jodiendo a unos 25 millones de familias a consecuencia de la globalización, en la que los consumidores de los países ricos pagarán $3.60 dólares por una libra de café, mientras que los agricultores recibirán 24 centavos por cada libra, un diferencial de 1.500%.

Pero hay un movimiento internacional por ahí que está tratando de que “los gigantes del sector” (café), que mueven al año más de 60 mil millones de dólares, paguen un precio más justo a los agricultores, de manera que el café les permita llevar una vida digna.

En cuanto al cacao, diez países (entre los cuales no está la República Dominicana) producen el 90% del cacao mundial, principalmente en Africa, y todo es para exportación, prácticamente no lo consumen, con excepción de Brasil, que ha ido aumentando su consumo interno. Algunos informes indican que la RD ocupa un octavo lugar en la exportación con 40 mil toneladas, quizás un 2%, pero ¿a quién está beneficiando ese 2%?

La vaina con el cacao es que esos países de Africa, Asia y América, contrajeron deudas durante los años 70 y 80 que luego no pudieron pagar, porque las deudas de ese tipo se alimentan a sí mismas, hay que pagarlas en dólares y se tragan los presupuestos en cada país deudor. Así pues, el FMI, por ejemplo, instruyó a que todas las naciones del Sur aumentaran su producción de cacao ara exportación, creando entonces una situación de excedencia (demasiado cacao) que motivó la caída de los precios, dificultándose todavía más la posibilidad de pago de las deudas de los países productores. O sea, les ayudaron a joderse mientras en Europa se jartan de los bombones más ricos.

Bueno, para terminar, que aquí están “pidiendo cacao” los agricultores, a quienes les están comprando el quintal de cacao limpio a 1.800 pesos;  Moliné (que dizque se porta bien porque pinta), Quirino (ofreciendo 100 millones), Florián (que siempre tiene un plan de fuga), los dueños de vehículos, los que pagan electricidad, los clientes de los supermercados y los que no pueden ni visitarlos … en fin, un clamor nacional “pidiendo cacao”.

La veda del lambí en  la carretera

El Consejo Dominicano de Pesca y Acuicultura (CODOPESCA), dirigido por Ricardo Colom, que antes mataba muchísimos peces y langostas con arpón, pero que ya está arrepentido, ha publicado una veda a la captura del lambí que va desde el 1 de julio hasta el 31 de octubre. Esto se hace para permitir que en estos meses de calor el lambí pueda reproducirse más a gusto y sin la presión de los buceadores, que ya se llevan hasta a los lambíes mamandos, luego de acabar con los adultos.

De manera que el CODOPESCA ha alertado a todo el mundo en relación con esta prohibición que comienza hoy mismo. Están advertidos los pescadores, los buceadores, los compradores de las carreteras, los dueños de restaurantes, los intermediarios (tanto los abusadores como los no tanto), los dueños de supermercados, los dueños de hoteles, los chimichurreros que se guillan de locos con lambí en el freezer, las pescaderías, los venduteros del malecón y de la carretera a San Cristóbal, las freidoras de Boca Chica y las de Juan Dolio también.

Pero además están alertados los dueños de restaurantes de Punta Cana, Bávaro, Uvero Alto, Casa de Campo y el resto de intocables de la costa este y la costa norte, esos que les garantizan a sus clientes lambí a como dé lugar, principalmente cuando ya por principios de agosto han agotado el “stock” congelado el susodicho molusco. La veda incluye otros moluscos menos conocidos pero que se venden como lambí: el futay, el cotarrón, el fotuto, el “pata de mulo” y los moluscos más pequeños conocidos como burgaos.

Para que no les tome de susto, tanto en las carreteras como en los hoteles y restaurantes habrá inspectores para velar porque esta veda se cumpla. Incluso entre los chimichurreros y freidoras de las playas y las carreteras habrá bañistas y jevitos guillados de locos dizque buscando lambí a la vinagreta a ver quién cae en el gancho.

El asunto es que CODOPESCA está por ver si ayuda con las recaudaciones. Yo cumplí con advertirlo.

En el peaje el dólar vale menos
Me pasó a mí.

 Salía de Santo Domingo, por la autopista “6 de noviembre”, y como ese día estaba peor que el día anterior, sin diez pesos ni para agua, al llegar al peaje le eché mano a un dólar santiguado que guardaba en la cartera dizque “para llamar dólares”. Y como el dólar estaba a 35 por 1 ese día en los bancos, pues creí que estaba comiendo con mi dama y que hasta me sobrarían 5 pesos.

Le pasé el dólar al tipo para que me diera mis 35 pesos. ¿Y qué creen ustedes? El carajo me sale con que “aquí lo pagamos a 25 por 1”. Al preguntarle la razón, si hasta en los bancos estaban a 35 por 1, el tipo me dice que “esas son las instrucciones”.

Tuve que apearme de la camioneta y revisar por debajo de los asientos, de las alfombras, en las gavetas y en todos mis bolsillos hasta reunir los cinco pesos faltantes y poder pasar por el territorio de Codacsa.

A mí me parece muy abusivo que Codacsa instruya a sus empleados a cobrarle quince pesos adicionales a quien pague con dólares el paso del peaje. Porque ¡ni siquiera 30 pesos!, que es menos de lo que vale un dólar. Aparte de pagarlo diez pesos menos –con los que se quedan- hay que adicionar cinco pesos más, totalizando quince pesos.

Habría que saber si Codacsa y sus peajes son territorio inglés, o francés, o español, y por eso el dólar lo compran comparándolo con el euro. O habría que averiguar si Codacsa tiene algún acuerdo con el Banco Central para fijar ellos, para sí, una tasa particular para el dólar.

Entonces, no solamente perdí mi dólar santiguado, sino que encima me pagaron menos que por cualquier otro dólar ordinario.

Habrá quien piense “¡bueno que le pase, por parejero, dizque pagando con dólares!”, pero ya ven que era una causa de fuerza mayor.

Ahora, si se trata de turistas, que muchas veces no han cambiado a pesos o que ya están de retirada, ¿qué tendrían que hacer? ¿salir por ahí tratando de cambiar un dólar para pagar el peaje? Como que no es lógico el asunto.

 Ustedes dirán que yo soy un crítico permanente de Codacsa. Pero es que cada cosa ilógica ocurre con esta gente, desde bloquear vías que fueron diseñadas para retornar si uno no tiene que pasar el peaje, hasta contribuir a la contaminación con plásticos tirando su basura en carreteras secundarias. Y para rematar, lo de su propia tasa para pagar uno que otro dólar cobrado.

Detalles de la cuidad
Mucho Roberto y …

Esto es lo que tenemos: mucho Roberto y poca consideración.

Quien conduce ese automóvil iba delante de mí y a mi derecha por el Malecón, el jueves 28 pasado, sobre las 10 de la mañana. En un momento, quien conduce sacó lo que me pareció que era una cerveza grande, la sacó de una funda plástica y tiró la funda por la ventana.

Siempre me ha causado mucha rabia esa actitud de la gente, por lo que me puse a su nivel, bajé mi vidrio derecho y le voceé ¡asqueroso!, pensando que era un hombre. Pero no era un hombre, era una mujer, bien parecida, vestida de negro y con varios anillos de oro en su mano izquierda y probablemente en la derecha.

Uno piensa que la actitud agresiva al medio ambiente es más propio en los hombres, pero cuando uno ve a una mujer que tira basura por la ventana de un auto la rabia se vuelve depresión. Pero lo más chocante es que, como se ve, el auto que vemos en la foto lleva varios adhesivos promocionando a Roberto Salcedo, el actual síndico del Distrito Nacional. Suponiendo que quien conduce es partidaria de tener una ciudad como dice Roberto Salcedo que debemos tener, y de que “Santo Domingo SI puede”, lo menos que puede uno esperar es que de ese vehículo empiece a salir basura hacia el pavimento.

La experiencia indica lo de siempre, que una cosa es con guitarra y otra es con violín, y que no todo el que dice ser serio lo es, que quien dice ser limpio no siempre lo es, y que para muchos y muchas resulta muy difícil ajustarse a buenas normas de comportamiento, aunque sean preconizadas por sus propios líderes, y en el caso que nos ocupa no pasan de ser mucho Roberto y poca consideración con los demás, con la ciudad, con el ambiente y con los proyectos de adecentamiento.

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