Según el Censo de 2010, el 74.4% de la población es urbana. Esta cifra puede estar falseando la realidad social dominicana. De acuerdo a la definición utilizada en RD, la población urbana es la que reside en las cabeceras de los municipios y distritos municipales, de manera que basta con que los legisladores, muchas veces por razones clientelares decidan convertir una sección en un distrito municipal para que este se convierta en una zona urbana, aunque no cuente con los mínimos servicios o sea un grupo de casas a los lados de una carretera.

En el Censo de 2010 había 156 municipios y 231 distritos municipales, es decir 387 entidades municipales. En el Censo del 2002 había 127 municipios y 96 distritos municipales, para un total de 223 entidades municipales de manera que en 8 años se agregaron 135 entidades municipales a un ritmo de 17 anuales. Eso es parte del desorden en que vive la sociedad dominicana.

Según el Censo de 2010, la población urbana es de 7 millones de personas lo que implica un aumento en 1.6 millones entre 2002 y 2010, registrando un crecimiento acumulativo anual de 3.2% mientras que la población rural decrecía en -3.1%, disminuyendo en 694 mil personas y la total apenas aumentaba en 882 mil.

La pregunta es: ¿cuánto del crecimiento urbano se debió a un aumento vegetativo de la población? y ¿cuánto se debió a la decisión administrativa de convertir una sección en un distrito municipal? Sabemos que 29 distritos municipales de 2002 pasaron a municipios en 2010, lo que significa que se agregaron 164 distritos municipales en 2010. Esas nuevas entidades municipales registran una población total de 1.2 millones de personas, de las cuales 545 mil residen en zonas urbanas y el resto 628 mil en zonas rurales.

Por lo tanto, podemos afirmar que el aumento de un millón personas residentes en zonas urbanas es el resultado del crecimiento de la población que desde 2002, ya residía en esas zonas. Es decir, dos terceras partes del aumento total de la población urbana entre 2002 y 2010 se explicaría por crecimiento vegetativo de la población urbana y la otra tercera parte, equivalente a 545 mil personas, se explicaría por la decisión administrativa del Congreso.

Estas cifras indican un serio problema en interpretación del censo, ya que darían una imagen falsa del nivel de urbanización del país. Hace falta construir un indicador más complejo para definir la zona urbana, el cual reconozca los factores estructurales que determinan lo rural y lo urbano. En todo caso parecería que la población urbana es mucho menor (69% según el crecimiento vegetativo) pero hace falta más estudios empíricos con los datos aún no publicados, para ser concluyentes.