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El 13% de los jóvenes universitarios entre 18 y 30 años sufre algún tipo de disfunción eréctil. Sin embargo, la mayoría de estos muchachos no utiliza ningún fármaco para potenciar su desempeño sexual.
Por el contrario, de una muestra de 210 jóvenes, 17% admitió utilizar ese tipo de medicamento sin tener incapacidad para mantener una erección.
Los datos resultaron de una investigación que hicieron estudiantes del primer año de la carrera de medicina del Instituto Tecnológico de Santo Domingo (Intec) en el que se tomó como muestra alumnos de otras dos academias.
El estudio, que se hizo utilizando el método de la encuesta, también reveló que la razón principal por la que los jóvenes se inician en el uso de los llamados estimulantes sexuales es la curiosidad que despierta el amplio despliegue publicitario de estos productos.
Alba Beltré, Madelin Díaz y Fernando Soto, estudiantes de Medicina del Intec a cargo del estudio, calificaron de preocupante el índice de jóvenes que padece de disfunción eréctil a la vez que recomendaron a las autoridades de salud pública desarrollar programas informativos sobre los efectos inadecuados del abuso de los potenciadores sexuales y controlar su publicidad.
Sugirieron, asimismo, que se restrinja su venta a menores de 30 años de edad excepto que presenten una receta médica.
Efectos adversos. Como advirtió el encargado de la cátedra de Gineco-Obstetricia del Intec, doctor César López, además de rinitis, cefalea, fuertes dolores musculares y de cabeza, el uso innecesario de los estimulantes sexuales puede causar trastornos psicológicos que pudieran frustrar relaciones de pareja saludables en la adultez.
El galeno sostuvo que tras haber experimentado con este tipo de medicamento, el joven puede tener miedo de fracasar en el primer encuentro con una nueva pareja, lo que produce un efecto social y emocional negativo.
Otros estudios. Los estudiantes del Intec pudieron establecer de manera científica que existe una relación de ambos lados entre la obesidad y la depresión, a la vez que concluyeron que la incidencia de una sobre otras se ha reducido en los últimos años.
Esa investigación estuvo a cargo de Samuel Minaya, Laura Read y Cinthia Reyes, quienes revisaron los expedientes de 100 pacientes que asistieron a la consulta general en el Centro Dietético y Medicina General (Cedimeg), de esta ciudad.
De igual forma, los hallazgos de otra presentación alarman sobre la alta incidencia del Virus del Papiloma Humano que alcanzan 51 por ciento en las mujeres que acuden a la Clínica de Patología de Cervix del hospital Luis Eduardo Aybar entre los meses de diciembre y enero pasados.
Así, de una muestra de 519 mujeres, 262 fueron diagnosticadas positivos a la presencia del virus, siendo más afectadas las mujeres casadas con un 41%.
Las investigaciones fueron presentadas por los universitarios en el marco de la 54 jornada Bio-Intec que organiza el Área de Ciencias Básicas y Ambientales y de la Salud de la academia.
Ayer se publicaron los resultados de 29 estudios en los cuales recibieron asesoría de sus maestros.
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Disfunción eréctil
Es la incapacidad repetida de lograr mantener una erección lo suficientemente firme como para mantener una relación sexual satisfactoria. Algunas de las principales causas de este trastorno son problemas psicológicos, enfermedades degenerativas del sistema nervioso o circulatorio.
Su tratamiento se relaciona con el grado de complejidad que tenga la enfermedad, pero generalmente se trata a través del uso de fármacos inhibidores de fosfodiesterasa, es decir, los llamados potenciadores sexuales.
