El referente moral y revolucionario que representa el Movimiento 14 de Junio, fundado en la finca de Charles Bogaert, en las afueras de Mao el 19 de enero de 1960, es un hecho histórico que los dominicanos de buena voluntad tenemos que honrar para evitar que caiga en el olvido un acontecimiento que dejó huellas en la conciencia nacional.

El pasado viernes rendimos tributo a los patriotas que, inspirados en los ideales de libertad, arribaron por Constanza, Maimón y Estero Hondo el 14 de junio de 1959 a desafiar la dictadura más sanguinaria  del país, y a quienes  en su honor fundaron, siete meses más tarde, un movimiento de resistencia popular que aceleró la caída del régimen trujillista.

Lo mejor de nuestra juventud de entonces se integró alrededor del carismático líder montecristeño Manolo Tavárez Justo, quien junto a su compañera de vida y lucha, Minerva Mirabal y un grupo de valientes,  dejaron formada la agrupación revolucionaria que 53 años después sigue constituyendo  un  ejemplo de dignidad y patriotismo.

Cabe señalar, sin desmérito de los demás pueblos que ofrecieron sus hijos a la Patria, que Mao tuvo la singularidad de aportar a la guerrilla de Manolo  cuatro hermanos: Rafael y Arnulfo Reyes Gómez, al dirigente Joseíto  y a su hermano Rafita.

Además, se destaca en el levantamiento del 1963 por el retorno a la constitucionalidad, el combatiente más joven de la guerrilla, el también nativo de Mao Ramón -Monchy- Valerio.  Los demás maeños que participaron en la gesta y que cayeron en las Manaclas fueron: Fernando -Papito- Ramírez, Manuel -Pikulín- Fondeur y Reyito Díaz.

¡Loor a la memoria de todos los caídos!