En la República Dominicana el 15% de las muertes maternas son encabezadas por adolescentes en edades de 12 a 19 años, lo cual se ha convertido en un tema preocupante para las autoridades de Salud Pública.
Las estadísticas muestran de forma alarmante como en el año 2017 el 23% de las atenciones por casos de abortos, el 28% de los partos vaginales y 24% de las cesáreas correspondieron a adolescentes.
Otro impacto negativo del embarazo a temprana edad es el aumento de los nacimientos de bebés con malas formaciones y prematuros, que son la principal causa de muerte neonatal en el país, según informó el doctor Víctor Calderón, del Sistema Nacional de Salud durante su participación en el foro de Salud Integral de Adolescentes por el Día Nacional de la Prevención del Embarazo en Adolescentes.
De acuerdo con el doctor los embarazos prematuros someten a las niñas a un 28% más de pobreza, lo que crea un círculo vicioso en su descendencia.
“Estos embarazos son la principal causa de deserción escolar y matrimonio forzoso que desencadena la violencia intrafamiliar”, agregó.
El especialista también destacó que la mayoría de esos embarazos no son deseados y, por lo tanto, la primera alternativa que piensan las adolescentes es en realizarse un aborto, que representa el 8% de las muertes por efectuarse de manera clandestina.
Deploró que a este nivel la República Dominicana no cuente con una educación sexual y reproductiva en las escuelas, informó que una gran cantidad de embarazos prematuros suceden por desconocimientos.

Situación. De acuerdo con la doctora Indiana Barinas, del Ministerio de Salud Pública, la situación del embarazo en la adolescencia es el principal desencadenante de las inequidades sociales, generacionales y de género.
Dijo de manera preocupante que la edad mediana de la primera relación sexual ha ido en descenso en los últimos años.
“El comportamiento del embarazo en adolescentes remite a un escenario de desigualdades donde las menos educadas, más pobres y residentes en áreas rurales están en desventajas y resultan ser las más afectadas”, sostuvo durante su exposición.
La especialista señaló que en muchos casos las adolescentes se inician en la actividad sexual en un contexto de abuso o coerción que reduce sus posibilidades de protección y da lugar a embarazos no deseados.
Desafíos. Citó entre los desafíos la promoción y apoyar el marco legal y de políticas públicas que favorezca el desarrollo y la salud sexual, además de la incorporación de la educación sexual en las escuelas.
Planteó una propuesta de financiamiento para apoyar los programas.