El 15 por el 15

El 15 por el 15

Los dominicanos vivimos porque Dios es grande y el aire es gratis y porque nos acostumbraron a vivir en la inmundicia y ya ni siquiera nos huele mal.
El más flaco servicio de los medios de comunicación consiste en el ejercicio constante de la desmemoria.
Una de mis preocupaciones principales cuando trabajé en prensa escrita era la falta de consistencia, la orfandad de campañas que denunciaran de forma permanente graves males que continuaban más allá del término de las publicaciones de un problema y lo peor es que me lo querían justificar con que los lectores se cansaban del mismo tema, como si fuera posible que aceptáramos lo malo como bueno.
Esto se debe cambiar. Es hora de actuar.
Por ejemplo, la falta de higiene en el manejo y la calidad de los alimentos. ¿Quién analiza y controla la calidad de los agroquímicos? ¿Qué autoridad se preocupa por el fomento de la agricultura sin químicos?
Los grandes temas se pierden en la vorágine de los sucesos diarios, ya, tan pronto, no se habla de la actividad de lesa patria que es la deforestación permitida de la zona de Constanza.
Ya aceptamos las excusas baladíes con las que intentan y pretenden explicar la falta de atención a tiempo que facilitó la muerte de mi hermano Claudio Caamaño.
Hay sectores interesados en que la muerte del ex rector Mateo Aquino Febrillet se eche en el saco del olvido. ¿En qué está la muerte de la periodista de The New York Times asesinada en jurisdicción de Puerto Plata?
¿Y las blandenguerías judiciales con prisiones preventivas privilegiadas, como ocurrió con los pilotos franceses que se “fugaron”?
¿Y qué del célebre mosquito-camaleón que hoy hace daño como malaria, se mimetiza como chikungunya y luego pasa a zika, ¿cuál será la próxima mutación?
No se habla de los privilegios en los permisos de importación de granos para jugar con los precios contra los agricultores y matar las cosechas criollas en los almacenes de los productores en beneficio de amigotes que alimentan sus fortunas con la corrupción.
¿Y qué decir del silencio, de la falta de denuncias sobre la permanente falta de medicinas en los hospitales públicos?
Nadie habla de los gastos en reparación y ampliación de estadios de béisbol cuyas gradas se ven vacías mientras un grupo de “patriotas” se sacrifica con los beneficios de boletas, propaganda etc. sin que tengan ningún beneficio personal, según ellos.
¿Invertir millones para traer equipos de Grandes Ligas que jueguen en un estadio de gran costo de mantenimiento y atención por parte del gobierno, para que cuatro “deportistas” criollos se bañen en dinero año tras año?
Para que esto cambie, votemos el 15 por la caseta 15, por Luis y Carolina.

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