Las calles de diversos sectores populares del Distrito Nacional se vistieron ayer de un notable contraste entre las personas que descansaban con motivo del asueto del Día de la Restauración, y quienes continuaban sus labores con normalidad.
Ayer en la mañana, durante un recorrido que tuvo como punto de partida la Ciudad Colonial, se pudo constatar el gran número de personas, nacionales y extranjeros, que tomaron el feriado para acudir al Altar de la Patria o al Panteón Nacional y recibir una “dosis” de historia sobre cómo el 16 de agosto de 1863, los combatientes dominicanos se levantaron en armas contra el ejército español, tras dos años de haber sido anexados a ese país europeo.
En cambio, al adentrarse en el sector San Carlos, se podían observar establecimientos comerciales que atendían una clientela poco menor a la acostumbrada.
La cantidad de personas al alcance de la vista aumentó una vez dentro del Mercado Modelo, sitio que lucía no haber tenido un respiro desde que abrió a las 7:00 de la mañana.
Acción por la educación. A unos 700 metros del mercado, siete miembros del Consejo de Organización Comunitaria aportaban a la readecuación de la escuela República de Chile al recoger la basura del entorno, pintar sus aceras y colocar letreros para los estudiantes, dado que pasado mañana estos regresarán a clases.
El grupo de voluntarios también intervino la escuela República de Brasil y el liceo Estados Unidos.
Trabajo a medias. Más al norte, en las calles de Villa Consuelo, se podía atisbar cómo se intercalaban los talleres de reparación de vehículos y otros negocios que permanecían abiertos y aquellos que no lo estaban.
Mientras que a las puertas del sector 27 de Febrero, específicamente en la avenida Albert Thomas, la actividad comercial y el tráfico de vehículos y personas era prácticamente igual al de un día laboral. Una vez dentro del barrio, se presenciaba el ambiente de reposo que un día festivo produce en muchos hogares del país.