El 16 de julio en nuestra historia

El 16 de julio en nuestra historia

Con diversos actos celebra hoy el Instituto Duartiano, el 166 aniversario de la fundación de la sociedad secreta La Trinitaria, partido político mediante el cual, Juan Pablo Duarte y sus compañeros organizaron el proceso que culminó con la Independencia Nacional.

Hagamos un aparte dentro de la situación actual para rememorar aquel acontecimiento.

La fecha del 16 de julio no fue, ni mucho menos, una fecha escogida al azar. Antes por el contrario, ella guardaba para Juan Pablo Duarte un extraordinario simbolismo histórico, y por ello, él señaló ese día para celebrar la reunión que dejaría constituida la asociación patriótica.

A principio del siglo trece, el papa Inocencio III ordenó una cruzada contra los invasores musulmanes que desde hacia cinco siglos ocupaban el territorio español.

Los reyes cristianos de Castilla, Aragón y Navarra se unieron entonces en un poderoso ejército que chocó con las fuerzas almohades en la batalla de «Navas de Tolosa».

La sangrienta batalla se llevó a cabo el 16 de julio de 1212, y en ella los cristianos infligieron una tan decisiva derrota a los árabes, que a partir de allí se inició el proceso definitivo de la reconquista de España por parte de los cristianos. El 16 de julio se conoce como el día del triunfo de la Santa Cruz.

El joven espíritu de Juan Pablo Duarte quedó profundamente influenciado por la historia de España y por la corrientes políticas liberales de la época, en el tiempo que estuvo radicado en Barcelona como estudiante entre 1828 y 1832.

Eran los años del romanticismo, expresión del espíritu de rebeldía y libertad, y ruptura con el viejo orden.

A su regreso a Santo Domingo, preguntado Duarte sobre que era lo que más le había impresionado de su viaje, no vacilo en contestar. «Los fueros y libertades de Barcelona, fueros y libertades que nosotros un día daremos a nuestra patria».

Así pues, inició de inmediato el joven Juan Pablo Duarte, de apenas veinte años de edad, los planes que tenía en mente de crear un movimiento para alcanzar la independencia de su patria.

Durante cinco  largos años trabajó sin descanso en la ardua tarea que se había impuesto, convenciendo a sus amigos más cercanos, inyectándolos con sus ideas revolucionarias, hasta que por fin en el año 1838 estuvo en condiciones de darle forma orgánica a su proyecto, mediante la creación de una sociedad secreta que llevaría por nombre «La Trinitaria».

Y el día escogido para la fundación de La Trinitaria fue el 16 de julio, día de la Santa Cruz. Día de un simbolismo triunfal.

Tras leer el juramento trinitario, cada uno de los conjurados signó una cruz con su sangre en el documento, y al concluir, Duarte expresó: «No es la cruz el signo del padecimiento, sino el símbolo de la redención, bajo su égida queda constituida la sociedad «La Trinitaria».

La histórica reunión de los trinitarios tuvo lugar a las once de la mañana en la casa de doña Chepita Pérez, madre del íntimo amigo de Duarte, Juan Isidro Pérez, que estaba ubicada en la actual calle Arzobispo Nouel frente a la Iglesia del Carmen.

El 16 de julio se celebra el día de Nuestra Señora del Carmen, y un gran número de feligreses se había congregado en la plazoleta de la iglesia a la espera de que se iniciara la procesión. Mientras, a pocos metros, la reunión de los trinitarios pasaba desapercibida para las autoridades haitianas.

La fundación de La Trinitaria en un día 16 de julio, día de Santa Cruz, encierra pues un hermoso simbolismo que se enlaza con el espíritu mismo del juramento trinitario y con la concepción de la bandera dominicana, atravesada por una cruz blanca.

La madre de Duarte, doña Manuela Diez y Jiménez, fue bautizada el 16 de julio de 1786, a los pocos días de nacida, en su villa natal de Santa Cruz del Seybo.

El 16 de julio de 1809 se produjo en La Paz, hoy capital de Bolivia, el primer pronunciamiento independentista de la América hispana, constituyéndose una junta de gobierno revolucionaria. esta sublevación fue posteriormente sofocada por las tropas de la corona española.

Finalmente, Duarte muere en Caracas en el 1876. Su hermana Rosa Duarte escribe las siguientes palabras: «El General falleció a las tres de la mañana del 15 de julio de 1876. Se había pronunciado independiente a las once de la mañana del 16 de julio de 1838, bajó a la tumba a las once de la mañana del 16 de julio de 1876, al cumplirse 38 años de que se consagrase a solo vivir para la patria».

El acta de enterramiento levantada por el cura de la parroquia de Santa Rosalía en Caracas, confirma que los oficios de sepultura eclesiástica se llevaron a cabo el día 16 de julio de 1876.

Como se ve, entre el momento del fallecimiento y el momento de la inhumación transcurrieron treinta y dos horas, un espacio de tiempo bastante prolongado dado el calor del verano y las condiciones de extrema pobreza, enfermedad y deterioro físico en que se hallaba Juan Pablo Duarte.

Es obvio que sus hermanas, Francisca y Rosa Duarte, quisieron dilatar el funeral para que el enfrentamiento se produjera a las once de la mañana del día 16 de julio, la fecha histórica tan ligada a los ideales de Juan Pablo Duarte.

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