El 2006 fue positivo para democracia AL

<p>El 2006 fue positivo para democracia AL</p>

WASHINGTON (AFP).- El secretario general de la OEA, José Miguel Insulza, consideró que el 2006 fue un año positivo para la democracia en América Latina, con más de una decena de procesos electorales exitosos, aunque advirtió que en algunos países los comicios revelaron profundas divisiones que pondrán a prueba a los nuevos gobiernos.

El 2006 “fue sin duda desde el punto de vista político un buen año, porque tuvimos buenas elecciones en muchas partes”, sostuvo Insulza en diálogo con corresponsales extranjeros en la sede de la Organización de Estados Americanos (OEA) en Washington.

Además América Latina está en crecimiento por sexto año consecutivo y los índices de pobreza han bajado, añadió.

“Sin embargo es demasiado temprano aún para decir que esto es un período de plena estabilización” en la región, estimó.

“Tenemos conflictos enormes”: el crecimiento tiene que aumentar, “la pobreza debe disminuir mucho más, tenemos problemas de delincuencia graves, tenemos problemas medioambientales muchas veces asociados al problema de la pobreza”, enumeró.

Insulza sostuvo asimismo, sin nombrar casos, que durante este año de elecciones en América Latina “el resultado electoral (…) reveló una profunda división en la sociedad” en muchos países. “Y esas cosas también podrían expresarse”, advirtió

En 2007 “en muchos países la pregunta no va a ser por quién voy a votar sino cómo lo está haciendo el gobierno que elegí el año pasado”, dijo.

Por ello, si bien se declaró “optimista”, dijo que su respuesta es “cuidadosa porque realmente la fortaleza de estas democracias va a ser probada en 2007 y 2008 mucho más, porque la válvula de escape que son las elecciones no va a estar presente”.

Consultado específicamente por el caso mexicano, donde la victoria del oficialista Felipe Calderón fue desconocida por el opositor Andrés Manuel López Obrador quien se autoproclamó “presidente legítimo” y encabeza un movimiento social de oposición al recién asumido mandatario, Insulza sostuvo que en México “no se ha entablado entre las fuerzas políticas el diálogo que es necesario para sacar entre todos el país adelante”.

“Me llama mucho la atención en un país en el que hay fuerzas políticas tan equivalentes o parecidas en número, que no existan mecanismos institucionales que conduzcan a la formación de mayorías estables”, observó el secretario general de la OEA.

Insulza destacó que considera “fundamental” que “los países grandes de América Latina sean estables”, en referencia a “México, Brasil, Argentina, Perú, Colombia, Venezuela, Chile”, ya que lo que pase en esas naciones “es muy decisivo para todo el continente”.

Al referirse a Venezuela, Insulza destacó que las elecciones de diciembre pasado, en las que el presidente Hugo Chávez obtuvo un nuevo mandato de seis años, marcaron la “aparición de una oposición organizada con propósito y con liderazgo”, encabezada por Manuel Rosales.

Deja huella

Washington (EFE).- El ex dictador Augusto Pinochet “deja una huella” en Chile y Latinoamérica “por ser la dictadura más extrema desde el punto de vista político”, afirmó ayer el secretario general de la OEA, el chileno José Miguel Insulza.

Insulza dijo en Washington que la muerte de Pinochet el domingo pasado en un hospital de Santiago por complicaciones de un infarto de miocardio, sucedió “cuando ya él había desaparecido formalmente de la escena política de Chile hacía ocho años” tras su arresto en Londres, acusado de terrorismo, genocidio y torturas.

Para Insulza, la única causa de la notoriedad no deseada del ex gobernante de facto en los últimos años era que estaba procesado “por muchas cosas”.

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