Por MARIEN ARISTY C.
Jefa de redacción
Si la Asociación Dominicana de Profesores (ADP), el Instituto Nacional de Formación Técnico Profesional y la Secretaría de Estado de Educación  Superior, Ciencia y Tecnología tuvieran que examinarse por su desempeño en el año 2007, todos recibirían una calificación mediocre. La razón es sencilla:   no hicieron su tarea más importante:  mientras la primera nunca terminó el censo escolar, los demás no lograron que el Foro Presidencial por la Excelencia Educativa generara algún cambio positivo en el sistema.

Al hablar del censo escolar, que no es más que un padrón en el que se revelaría la situación real del sistema educativo dominicano, es necesario recordar que fue anunciado el  jueves 22 de marzo del pasado año por la presidenta de la ADP, María Teresa Cabrera, quien explicó que los resultados del empadronamiento estarían listos a finales del mes de mayo.

El informe, pese a los esfuerzos que hicieron los dirigentes, no fue terminado porque los maestros siempre tenían una nueva excusa: primero se interpusieron los días de la semana santa, después las vacaciones del año escolar, posteriormente el inicio del año, luego Noel… siempre hubo un motivo que imposibilitó el trabajo.

No fue sino hasta ahora, nueve meses después del anuncio, que los datos pudieron completarse y serán tabulados. Sólo resta esperar que esta parte, aunque ya estará desactualizada, se haga más rápido que la anterior.

¿Y EL PRESUPUESTO?

El Foro Presidencial por la Excelencia Educativa fue mucho más que un gran congreso de dos días en el que se abordaron las principales problemáticas del sector educativo: para llegar a esas jornadas, que presentaron descarnadamente la realidad de la educación criolla, se hicieron consultas que duraron todo el año  2006.

Ese trabajo abarcó los sectores educativos de todos los niveles: inicial, básico, medio, superior, de adultos y técnico-profesional. ¿La idea? Saber cuáles eran las fallas para hacer los correctivos de lugar.

Una de las principales preocupaciones que surgió en este encuentro,  en el que se invirtieron tantos millones que nunca se dio a conocer el gasto final, fue el pobre financiamiento con el que cuenta la educación nacional.

Prueba de ello es que la “Declaración General del Congreso Nacional del Foro Presidencial por la Excelencia de la Educación Dominicana”, firmada  el 19 de enero del 2007, estableció claramente que es necesario movilizar más recursos financieros para  la educación.

“Una revolución educativa implica una sostenida y sostenible inversión en educación. En ese sentido, el Estado debe destinar los recursos necesarios y suficientes para garantizar el financiamiento que requiere el sistema educativo dominicano, en todos sus niveles y modalidades”, dice el documento en el que se reclama que se declare constitucionalmente que la educación es una prioridad nacional.

Pero ese reclamo cayó en oídos sordos, ya que para este año el gobierno anunció que destinará un presupuesto de un 10.5% a todo el sector educativo, algo que está muy lejos de lo que se discutió en los debates del Foro: que se aumente a un 7% del Producto Interno Bruto (PIB) o al menos se cumpla con lo que establece la Ley de Educación 66-97. Es decir, que se invierta en Educación el 16% del presupuesto o el 4% del  PIB, el que fuera más alto de los dos.

Dicho  aumento en la inversión es necesario para luchar contra una dura realidad que fue presentada en el propio Foro: que sólo el 82% de los alumnos que ingresa al nivel básico de educación completa el cuarto curso, el 69.3% completa el sexto grado y un 66.1%  termina el octavo, lo que indica la prevalencia de altas tasas de repitencia y deserción temporal que conducen a altas tasas de sobre-edad y bajas tasas de finalización.

Otro compromiso del foro que no se ha cumplido es haber terminado el Plan Decenal de Educación para cada uno de los sectores, a pesar de que la declaración final del Foro establecía que deberían presentarse a más tardar el primero de julio de este año al Consejo Nacional de Educación, al Consejo Nacional de Educación Superior, Ciencia y Tecnología, y a la Junta de Directores de Infotep.

Dejando de lado el Foro, hay que apuntar que en el 2008 Educación volvió a posponer la evaluación del desempeño, que ha sido anunciada en varias oportunidades desde que inició la presente gestión.

Pasando a las quejas más frecuentes que Educación tuvo que escuchar a lo largo del año, se destacan las denuncias de escuelas y liceos que funcionan en pésimas condiciones y centros escolares que no cuentan con butacas suficientes. Algunos de los casos más críticos se encontraron en las escuelas de las provincias de Barahona, Puerto Plata, Santiago y Santo Domingo.

LAS MALAS NOTAS

A juzgar por los informes que se publicaron en el 2007, el boletín escolar de la República Dominicana está salpicado de números rojos: en ninguno de ellos sacó ni siquiera un notable.

Los más críticos de ellos fueron los del Programa de Promoción de la Reforma Educativa en América Latina y el Caribe (PREAL) y la Organización de las Naciones Unidas para el Desarrollo de la Educación, la Ciencia y la Cultura (Unesco, por sus siglas en inglés).

Respecto al PREAL, el informe “Pasando Balance” estableció que el país se quemó en los indicadores educativos: en calidad de los aprendizajes, permanencia en la escuela, equidad, carrera docente e inversión sacó un deficiente, que es una D; mientras que en cobertura, estándares y evaluaciones y autonomía y rendición de cuentas sacó un regular, que es una C.

En cuanto a los números de la Unesco,  estudios presentados  el año pasado hicieron énfasis en lo pobre de la inversión gubernamental en educación: la República Dominicana es el único país de América Latina que destina menos de un 2% de su PIB al sector educativo, según los datos que presentó el «Informe de Seguimiento para la Educación para Todos en el Mundo 2007». La inversión, establecieron, es de un 1.2”%.

Algunos de estos resultados en su momento fueron refutados por la secretaria de Educación, Alejandrina Germán, quien siempre señaló que estos informes se realizan con estadísticas atrasadas.

Algunos detalles

El informe  de “Revisión y Evaluación del Progreso de América Latina y el Caribe hacia la Educación para Todos en el marco del Proyecto Regional de Educación (EPT-PRELAC)”, estableció que menos de un tercio de la población en edad de cursar el octavo grado de primaria logra hacerlo en el país y que el sistema educativo local está entre los que atrasan o expulsan a más de la mitad de los niños que se matriculan y cursan de manera oportuna el primer grado.

La República Dominicana destina menos de mil pesos mensuales en cada estudiante de inicial y básica, mientras que en el nivel de adultos no llega ni siquiera a trescientos. En el de media, que tiene una cobertura de un 65%, invierte poco más de mil.

 Durante el transcurso del año la Secretaría de Educación alfabetizó  12,464 adultos, entregó US$4 millones en los Fondos Concursables de la Educación, aumentó el sueldo de los maestros, graduó a 2,595 maestros y recibió la donación 52 millones de la Unión Europea.  Además invirtió 2,800 millones en infraestructura.