El 2009 promete ser un buen año para las personas austeras

El 2009 promete ser un buen año para las personas austeras

La severa desaceleración  económica mundial repercute en el plano individual por el lado empleo, de los precios de los productos de consumo, así como de las oportunidades de hacer negocios a aquellos que no tienen un trabajo fijo.

Como en todo momento de crisis, esta situación presenta la oportunidad de la reeducación y el cambio de cultura en materia de las finanzas personales.

Al explicar los efectos directos de la crisis económica mundial en los individuos, el economista Luis Núñez asegura que el hecho de que las empresas estén en una situación de baja producción, significa que hay menos oportunidades de empleo, entonces esto obviamente afecta a los consumidores.

“Por otro lado,  aún cuando los precios internacionales del petróleo han bajado y se esperaba que esto se reflejara en los precios internos de manera significativa, esto no se refleja en los bienes y los servicios que la gente compra en los lugares de estipendio, sobre todo en supermercados y lugares parecidos”.

A juicio de Núñez, esto no es justo, porque da la impresión de que hay un  aspecto especulativo de por medio, donde los grandes productores y comerciantes no están reflejando el efecto de la reducción de los precios de las materias primas, o lo están haciendo tardíamente. 

“Todo esto es malo para el consumidor, así como para aquellos que tienen pequeños negocios que dependen mucho de cómo se desenvuelva la economía y la actividad productiva. También para los productores y consumidores que tienen sueldo fijo porque no están recibiendo lo poco bueno que hay en un momento de la reducción de los precios internacionales y de una reducción de la inflación importante”. 

Oportunidades

Lo que hay que desear ahora, aspira Luis Núñez, es que con los cambios de las autoridades norteamericanas retorne la confianza a esa gran economía y que el crédito vuelva para que aumente la demanda.

“Porque a pesar de todas las demandas que se han tomado en ese país no hay una reacción de la economía en sentido general”.

Recuerda que las actividades siguen deprimidas. “Entonces esto significa que va a haber más desempleo para la población dominicana que vive en Estados Unidos”.

Núñez recuerda que las exportaciones pudieran verse bastante deprimidas, tal y como se ha estado diciendo. Y que el turismo también sufra las consecuencias de esta caída, “porque obviamente la gente lo que hace es que prioriza los gastos cuando tiene una situación difícil y eso ocurre en todas partes del mundo. Lamentablemente, economías como la nuestra es de las que más sufre”.

“La mayor parte de nuestra producción, especialmente la textilera, va al mercado americano, y con esta caída que se ha producido en la demanda de Estados Unidos, se reducen los pedidos, provocando que se tengan que despedir  los empleados aunque lo hagan temporalmente hasta que haya una recuperación”.

Amenazas

El economista Félix Calvo explica que la principal amenaza para las finanzas personales en el momento de la actual crisis económica y financiera mundial debe enfocarse en varias vertientes. Una es la posibilidad de no ver los ahorros personales esfumados, desaparecidos porque el intermediario se fue a la quiebra.

Otra es mantener el empleo

“La peor amenaza contra el ahorro individual es no tener empleo y por ello hacer uso del ahorro para el consumo inmediato”, señala.

Calvo explica que la tercera amenaza es, si se es empresario, es el comportamiento del mercado.

“Es posible que el mercado se comporte lento, disminuyendo los flujos de efectivos. Si tiene deuda, buena cantidad de inventario y los flujos se reducen, hay problemas”.

Desde esa perspectiva los empresarios, no importa el tamaño, deberían tomar posiciones cautelosas y disminuir riesgos.

Recomienda evaluar los riesgos potenciales

“Cada empresario que está en el mercado debe conocer los riesgos más relevantes. Por ello, tanto al empresario como a la persona individual, es importante advertirle que la disminución del gasto al mínimo para operar, es la opción más segura”.

Recomendaciones

Luis Núñez coincide al señalar que la gente tiene que comenzar a reducir los gastos lo más  que pueda. Ahorrar energía,  y dejar de comprar aquellas cosas que no son imprescindibles.

En la medida que disminuye la situación por lado del ingreso, en esa medida hay que tratar de reducirla por el lado del gasto.

Núñez aconseja no endeudarse demasiado porque se puede caer en una situación difícil en cuanto al pago.

“Tratar de economizar lo más que se pueda, porque cuando los ingresos se caen lo que hay que hacer es consumir solamente aquellas cosas que sean prioritarias para fines de no desequilibrar las finanzas personales”.

Los hábitos

El desconocimiento expone a pérdidas por fraudes.

Malgastar el dinero, no saber cómo invertirlo, constituye uno de los malos hábitos que alejan a la gente de la posibilidad de sobrevivir a la crisis económica o construir un patrimonio.

En muchas ocasiones las personas actúan con base en hábitos que no son más que una serie de conductas arraigadas, que se hacen sin pensar en ellas.

“En las finanzas personales, como en cualquier otro aspecto de la vida, muchos de nosotros tenemos malos hábitos que nos impiden llevarla en orden”.

De acuerdo a expertos en la materia, es importante trabajar para identificar estos malos hábitos y conocer el daño que  causan.

“El primer paso para tratar de borrarlos  y sustituirlos por hábitos que hagan más eficiente el manejo de nuestro patrimonio es  darnos cuenta  cuáles son y qué efecto nocivo tienen en nuestra vida financiera”.

Las claves

1.  Indefinición

Quien no cuenta con  un plan financiero personal, no tiene un motivo para ahorrar. Para satisfacer las necesidades necesita endeudarse con frecuencia.

2.  Sin rastro

No lleva un registro detallado de  ingresos y  egresos, contribuye al desorden y no saber cuánto, cómo ni en qué se gasta. Mucho menos si existe la posibilidad de endeudarse para una compra mayor.

3.  Insolvencia

El no contar con fondos para emergencias, ni con seguros, en casos extremos puede significar la pérdida de del patrimonio.

4.  Ignorancia

No conocer los instrumentos en los que invertimos provoca caer completamente a manos de los «asesores» y por lo tanto expuestos a fraudes o a sufrir los efectos del deterioro del poder adquisitivo en el patrimonio.

5.  Compulsión

Un  hábito muy perjudicial que con frecuencia no permite a las personas  llegar a la meta de ahorro, si es que tiene una.

6.  Exceso

Gastar los ingresos extras, en lugar de ahorrarlos, destinarlos a bajar nuestro nivel de endeudamiento o invertirlos, lo cual es un síntoma inequívoco de la falta de planeación financiera.

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