POR SOILA PANIAGUA
Alrededor de un millón 900,000 dominicanos adultos, un 38%, recibe remesas entre 12 ó 15 veces al año, recursos que ya superan los US$2,700 millones por año, plantearon ayer varios expertos internacionales que participaron en una conferencia organizada por el Banco Interamericanos de Desarrollo, BID.

Se estima que dos millones de adultos nacidos en República Dominicana actualmente viven y trabajan fuera del territorio nacional, el 70% de los cuales envía a sus familiares entre US$135 y US$150 y US$165, en forma regular.

Los datos los aportaron Sergio Bendixen, presidente de Bendixen y Asociados, Leonor Suki, directora asociada de Earth Institute de la Universidad de Columbia y Pedro De Vasconcelos, coordinador del programa de Remesas, Fondo Multilateral de Inversiones (FOMIN), que participaron en la conferencia «Enviando dinero a casa receptores de remesas en República Dominicana y emisores de remesas en Estados Unidos», que encabezó Moisés Pineda, representantes del BID en el país.

«Se estima que 1,4 millones de dominicanos envían remesas al país desde distintos puntos del mundo, de los cuales 710,000 las envían desde Estados Unidos, 440,000 desde Europa y 180,000 de Puerto Rico», indica un informe que se presentó en esa actividad.

Según los expertos, la red transnacional de familias dominicanas es la más fuerte en el mundo, ya que 75 por ciento de los que envían remesas se comunican con sus familiares, por lo menos, una vez por semana y 50% de los dominicanos que viven en Estados Unidos, visitan su patria, al menos, una vez al año.

Se informó que los niveles de ingresos de los dominicanos que envían remesas son inferiores a los de otros grupos inmigrantes latinoamericanos, unos US$20,000 al año.

El 84% por ciento de las personas que envían dinero a sus familias en el país lo hacen por medio de empresas remesadoras o agencias de envío.

Se explicó que a pesar de que en los últimos tiempos se ha registrado un aumento significativo, los costos de transacción para envíos de remesas a República Dominicana son mayores, 8%, mientras que para otros países en la región, es de apenas de un 6.0 por ciento.

Asimismo, señalan que la mayoría de los dominicanos emigrados residen en Estados Unidos, con una concentración geográfica de 700,000 personas en la región metropolitana de Nueva York, lo que significa que aproximadamente 500,000 que vive en es ciudad envía cerca de US$1,000 millones a sus familiares en República Dominicana.

En el área de Santo Domingo se reciben más de un tercio de las remesas que llegan a República Dominicana, mientras que la regiones del norte y sur reciben la mitad del flujo de remesas, seguida por la región turística de oriental que sólo recibe un 10 por ciento.

Plantearon que el ambiente regulador de los Estados dificulta incidir en un aumento de la informalidad en el mercado remesador.

Explicaron que el país difiere de otros grandes mercados de remesas de la región, en el hecho de que la competencia y la caída de los costos todavía no han ampliado la gama de productos disponibles para los receptores de remesas.

Dijo que los dominicanos se están ahorrando unos US$300 millones al año, por el trabajo realizado por el BID en cuanto a los costos por el envío de remesas, el cual disminuyó de un 20% a sólo un 8%.

Se calcula que las remesas enviadas a América Latina y el Caribe desde Estados Unidos supera los US$40,000 millones.

«Se puede decir que si hay regulaciones muy estrictas, puede bajar el flujo que pasa por los canales forales», dijo Suki.

En tanto que Sergio Bendixen opinó que el compromiso de los emigrantes latinoamericanos con sus familias es sagrado, entre estos los dominicanos, por lo que buscarán siempre la forma de enviar dinero a sus parientes, aunque las mismas no sean las más directas.