El cuarenta por ciento de las personas que nacieron en Elías Piña ha tenido que emigrar a otras localidades del país, huyéndole a la alta incidencia de la pobreza, a la indigencia, a la crisis agropecuaria y a la falta de inversiones públicas.

De acuerdo a una tesis realizada por el grupo de estudios multidisciplinario “Ciudades y Fronteras”, de las 100 mil personas que nacieron en esa ciudad fronteriza, sólo  60 mil permanecen allí, según datos comprobados en el censo nacional del 2002. 

Esa investigación analizó cuál es el impacto que ha tenido el comercio en esa región y las condiciones que necesitan tener sus actores locales para insertarse a ese mercado.

Al disertar sobre el tema Apertura Comercial Trasfronteriza, en un seminario organizado por el Fondo para el Fomento de la Investigación Económica y Social (FIES), Horaldo Dilla, coordinador de “Ciudades y Fronteras”, dijo que las personas que alcanzan algún nivel educativo en Elías Piña, la juventud específicamente, son las  que emigran, asunto que no solamente determina un despoblamiento, sino que además desplaza el recurso más valioso en términos de edad y educación.

Planteó que si los habitantes de esa región tuvieran incentivos para aprovechar el comercio trasfronterizo, éstos pudieran propiciar un proceso de desarrollo local que disminuiría  sus niveles de pobreza. Consideró que si produjeran parte de los productos que son vendidos a los haitianos en los mercados,  la actividad agrícola expulsara menos personas. “Los haitianos compran  productos que se cultivan en esa provincia, pero los moradores de la misma no tienen acceso a ese mercado”.