El 48.7% de las adolescentes de 15 a 19 años que inició la maternidad dejó de asistir a la escuela, colegio o universidad lo que evidencia el gran impacto que implica el nacimiento de un bebé en las actividades realizadas por las jóvenes madres, en forma específica sus actividades educativas.

“La responsabilidad de convertirse en madre cambia drásticamente la vida de la mujer, en particular si el embarazo es concebido durante la adolescencia”, cita el estudio “Unión temprana y embarazo adolescente en República Dominicana: dos desafíos que persisten” elaborado por la Oficina Nacional de Estadísticas (ONE).

El porcentaje de adolescentes que no continuó sus estudios es inferior en la zona urbana (46.5%) en relación al porcentaje de la zona rural (55.6%). Igual influye el nivel económico, ya que de las jóvenes que del nivel bajo, un 55% no continuó.

Entre las razones para no seguir con los estudios una vez nacido su primer hijo, el 35.1% de las adolescentes dejó de asistir porque no tenía con quien dejar la criatura; el 17.7% porque era su primer embarazo; un 6.3% porque tenía que trabajar; un 4.5% porque no querían separarse de sus hijos o hijas ; el 5.6% porque habían terminado los estudios. Un 30.9% indicó razones diferentes.

La primera unión. Otros datos del estudio es que de las adolescentes que se han casado o unido, 24.1% lo hizo por primera vez antes de los 15 años. Asimismo, 86.5% se casó antes de los 18 años.

Entre los aspectos negativos que tiene casarse o unirse antes de los 18 años citados por las adolescentes se encuentran: no poder terminar sus estudios (52.6%); vivir violencia verbal como gritos, malas palabras, (26.7%); embarazo prematuro (19.1%); riesgo para la salud (16.8%); no disfrutará de la juventud (16.7%); experimentar violencia emocional como, amenazas, humillaciones, sometimiento de voluntad (15.3%); experimentar violencia física como golpes, lesiones, empujones (14.0%).

Actividad sexual. El 41.1% de las adolescentes dominicanas han tenido relaciones sexuales; este indicador varía por zona de residencia del 40.6% en la zona urbana al 43.7% en la zona rural.

Por grupo socioeconómico familiar, cuanto menor es el nivel del grupo, mayor es la prevalencia de adolescentes que ya se han iniciado sexualmente.
En ese sentido, el porcentaje de adolescentes del conglomerado muy bajo (60.9%) que ha tenido relaciones sexuales es casi tres veces mayor que el del alto (20.7%).

“Los datos sugieren que cuanto menor es el nivel del grupo socioeconómico familiar, mayor es la proporción de las adolescentes iniciadas sexualmente antes de cumplir los 15 años. Por tanto, las adolescentes de los niveles socioeconómicos más alto son las menos propensas a iniciarse sexualmente antes de los 15 años”, señala el estudio.

Indica que la actividad sexual en la adolescencia está relacionada con el desarrollo físico y mental. Apunta que en esta etapa, se desarrolla la identidad sexual, y se da inicio frecuentemente a las relaciones sexuales.

“Por ello es de vital importancia proporcionarles a las personas de 15 a 19 años los medios para que la actividad sexual sea segura, con el objetivo de prevenir un embarazo no deseado e infecciones de transmisión sexual. La iniciación sexual es el determinante más próximo en el embarazo en adolescentes, porque a partir de ese evento, están en riesgo de quedar embarazadas”, indica el estudio presentado en el Palacio Nacional.