Las exenciones fiscales que otorga el gobierno a diferentes sectores empresariales y a los consumidores sobrepasarán este año los 200 mil millones de pesos, equivalentes al 6.5 por ciento de Producto Interno Bruto (PIB).
Un estudio Analytica señala que el 49% del gasto tributario o exenciones fiscales estimadas para este año corresponde a ITBIS, que junto a las del Impuesto Sobre la Renta (ISR) a personas jurídicas, aranceles, Impuestos Selectivos a Hidrocarburos e Impuestos Sobre los Activos, conforman el 90% del sacrificio fiscal.
De acuerdo con la firma Analytica, en la República Dominicana la estimación de gasto tributario para el año 2016 asciende a RD$202,378 millones, un 6.5% del producto interno bruto (PIB).
Este monto es significativo tomando en cuenta que la presión tributaria es de 14%, es decir que este monto es el 46% de los ingresos tributarios, y los retos en cuanto al incremento de inversión en infraestructura, salud y calidad de la educación son muchos. Destaca que algunos puntos importantes cuando se analiza el gasto tributario, son, en primer lugar, que el monto del gasto por concepto del Itbis incluye salud y educación; en segundo, los montos de arancel calculados para zonas francas no consideran el impacto de los tratados de libre comercio,
El tercero que no se considera es el impuesto a los activos como un impuesto mínimo (por lo cual aparece como un gasto para todo aquel que pagó ISR).

Analytica resalta el gasto tributario parecería una posibilidad rápida de recaudación adicional del Estado, pero las autoridades tienen la tarea de evaluar cuáles de esos gastos podrían ser realmente una fuente de ingresos desde la perspectiva de la “racionalización”. “Este último punto es crítico, ya que se debe evaluar los beneficios vs los costos de esta racionalización, estimando los beneficios de cada uno de estos esquemas”, dice. La entidad al hacer un análisis del gasto tributario indica que las cuentas fiscales están cada vez más deterioradas, dejando menos grados de libertad al Estado para llevar a cabo iniciativas críticas para el desarrollo del país, sin tener que incurrir en deudas e incrementar cada vez más la carga de la deuda sobre el presupuesto. Este es el resultado de la poca efectividad de algunas reformas para aumentar ingresos y las deficiencias en los gastos.