Por esta vez, hago mutis. Por un momento olvido el tollo de las primarias abiertas, los desaciertos de la JCE, la renuncia de Leonel del partido que le concedió tres periodos de gobierno, la división previsible del PLD, el destape de rencores ocultos de ambos líderes y el miedo que acosa y perturba el pensar que el fin de su reinado ha llegado.
Me refugio en el deporte, más grato, más placentero. Un almuerzo ofrecido por el Pabellón de la Fama en el Hilton Internacional el pasado viernes preparó el escenario del Ceremonial: Un sencillo y merecido reconocimiento a cinco reconocidas personalidades ligados a la crónica deportiva: César Rivera, José Báez, Rafael Torres, y Leónidas Henríquez, y a don José Manuel Mallén y Ketel Marte, enaltecido con la egregia figura del campeón olímpico Alberto Juantorena, invitado especial del Pabellón de la Fama en ocasión del 53 Ceremonial de Exaltación a los nuevos inmortales del deporte dominicano.
El fastuoso auditorio del Pabellón de la Fama, quedó en espera. Allí en un acto solemne y emotivo, a casa llena, primó un ambiente de solaz espiritual, de caras risueñas que se saludan y se abrazan donde gratos recuerdos cobran vida y reina la camaradería que no se pierde se acrecienta al abrirse el telón con el ritual tradicional de los himnos, la colocación de banderas y símbolos, el laurel y el machete las palabras de bienvenida y la invocación y luego el desfile de nuestros grandes atletas que reciben en la mesa de honor el máximo galardón que la Patria confiere a quienes han puesto en alto la bandera y el escudo nacional: Alfonso Soriano, Placido Polanco y Juan Núñez, Beisbol; Claudine García, Racquetball; Máximo –Tepo- Tapia, Baloncesto; Eneida Pérez, Ajedrez; Jorge Amparo, Boxeo; Lin Zhen JU,Tenis de Mesa. Roosevelt Comarazamy y Bolívar Vargas Candelario, Propulsores.
Preciso recordar el procedimiento seguido y los organismos que participan en la escogencia de los nominados, resultado de una labor investigativa, objetiva y exhaustiva que analiza y evalúa el currículo deportivo, sus logros y hazañas, las medallas, oro, plata y bronce obtenidas en distintos escenarios: juegos nacionales, regionales, panamericanos, mundiales de acuerdo con un método riguroso de puntuación que determina el total de la sumatoria de cada candidato sin preferencia ni discriminación alguna. Y, lo más importante, el comportamiento ético y moral dentro y fuera del campo deportivo, debiendo ser cada inmortal una figura señera, emblemática ejemplo de honestidad, dedicación y patriotismo para presentes y futuras generaciones.
Los órganos responsable de su escogencia, los cronistas deportivos por medio de sus respectivas asociaciones, el Comité de Veteranos y el Comité Permanente del Pabellón de la Fama integrado por su presidente, 12 miembros elegidos cada trienio por la Asamblea General. Sus componentes son personas que han vivido el deporte, de vasto conocimiento y experiencia en cada disciplina deportiva, que laboran de manera espontánea sin otro interés que servir a la patria y al deporte, de integridad y honestidad a toda prueba, para que nadie se equivoque.
El montaje novedoso del programa con atinadas innovaciones llenó las expectativas. Felicitaciones para los actuantes y organizadores.