Nueva York.  De los Servicios de Hoy.  Un sondeo AP-GfK mostró que el 56% de los estadounidenses desaprueba la gestión económica del Presidente. Y una encuesta de Gallup marcó el punto más bajo de respaldo general a su gobierno: 42%. 61% opina que la economía ha empeorado o se ha mantenido durante el gobierno de Obama, según la encuesta AP-GfK 44% respalda la gestión económica del Presidente.  81% considera la economía pobre o muy pobre, en comparación con 72% en junio . 12% dijo que la economía ha mejorado en el último mes, en comparación con el 19% en junio.

A 75 días de las elecciones legislativas, los demócratas se preparan para perder su mayoría. El Congreso está peor evaluado y tiene sólo el 24% de respaldo. 

Aunque cada vez que están en esta situación todos los Presidentes suelen decir que no trabajan por las encuestas, es evidente que los resultados inquietan a la Casa Blanca y al Partido Demócrata que ven cómo la mayoría legislativa se les escapa de las manos. El 2 de noviembre los estadounidenses votarán en las midterm.  «Estamos ante un golpe electoral sin precedentes porque la administración sistemáticamente ha tomado malas decisiones que han tenido un impacto adverso en la opinión pública», escribió en The Daily Beast, el estratega político Douglas Schoen.

Así que Obama salió de gira para mostrar su preocupación con el «americano promedio». «Si quedaba alguna duda de si la gira del Presidente era una movida de campaña, la respuesta vino el martes cuando posó para una foto con una guagua, ordenó un sándwich de pavo y «algo dulce para llevar» frente a las cámaras y, luego, atacó la agenda republicana», comentó ayer el sitio especializado Politico.

El partido sabe que la impopularidad de Obama arrastrará a sus postulantes. Y la peor noticia para los demócratas es la paradoja de que sin importar lo que mejore el Presidente ellos tampoco se beneficiarán. Es que los votantes están molestos también con el Congreso, que fue el que aprobó finalmente paquetes de estímulo para los «peces gordos» y cuyos efectos positivos no parecen alcanzar a la agobiada clase media.