El Banco de Reservas de la República arriba a su 75 aniversario y hay que celebrar que una institución financiera de tanta solvencia y credibilidad se haya mantenido fuerte y sólida a través de los tiempos.
En los últimos 75 años grandes acontecimientos nacionales e internacionales han sacudido a la humanidad para bien y para mal.
La caída del Muro en Alemania y la perestroika en la Unión Soviética en el plano político solo por citar dos casos, pero sin dejar de mencionar la explosión de las torres gemelas en Nueva York.
La economía mundial y el propio sistema financiero se han visto a punto de desplomarse durante este largo período en el cual un banco manejado desde sus inicios por el Estado dominicano se ha convertido en parte de la cultura nacional por su incidencia económica, comercial, social y hasta espiritual.
El Banreservas ciertamente es el banco de los dominicanos, como reza su eslogan, pero también es la fuente de empleos de más de cuatro mil personas de casi todas las edades que constituyen uno de los principales activos de esa pujante institución.
Y a propósito de activos del Banreservas, según datos sumistrados por su administrador general el Lic. Simón Lizardo, superó los 400 mil millones de pesos, lo que constituye una cifra récord que coincide con la conmemoración de su 75 aniversario, el cual celebramos porque esa entidad financiera es un verdadero patrimonio del pueblo dominicano.
Cuando cada año nos enteramos de las ganancias y utilidades millonarias del Banco de Reservas, se consolida nuestra fe y confianza en la solidez y solvencia de esa emblemática corporación financiera.