Montevideo.-Los accidentes de moto representan la principal causa de muerte en niños y adolescentes en el tránsito de América Latina, según el informe “Estudio sobre condiciones de niños en motocicletas de América Latina”, que realizó la Fundación Gonzalo Rodríguez y que fue presentado hoy en Montevideo.
El informe se realizó en 28 ciudades de Argentina, Brasil, Colombia, Paraguay, República Dominicana y Uruguay, y refleja lo que sucede en el tránsito de los países, el conocimiento sobre la circulación de niños en motocicletas, las normativas y su fiscalización, entre otros aspectos.
Es la primera vez que se realiza un estudio que abarque estos temas de manera integral en Latinoamérica y además de la Fundación Gonzalo Rodríguez colaboraron en su elaboración el Banco Mundial, el Banco de Desarrollo de América Latina, la Fundación UPS y el Observatorio Iberoamericano de Seguridad Vial.
Según datos del informe, Latinoamérica cuenta con casi 30 millones de motocicletas registradas y la tasa de mortalidad creció de 0,8 cada 100.000 habitantes y en 2010 se situó en 3,5 cada 100.000 habitantes.
Los países con mayor tasa de mortalidad son Colombia (3,6 cada 100.000 habitantes), Brasil (2,9 cada 100.000 habitantes) y Paraguay (2,5 cada 100.000 habitantes).
En Uruguay, los niños y adolescentes entre 0 y 19 años fallecidos en accidentes de moto representaron el 15,7 % en 2016, mientras que Colombia registró en 2015 el fallecimiento de 211 menores de 17 años en motocicletas.
Los casos de Paraguay y Argentina reflejan el aumento de fallecidos en los adolescentes de 15 a 17 años con respecto al resto de los menores de edad, ya que en Paraguay se acercan a los 120 en 2015 mientras que en Argentina más del 50 % de los menores de 17 que fallecieron en motocicleta entre 2012 y 2014 tenían 16 o 17 años.
Con respecto a Brasil, el porcentaje de menores fallecidos en estos vehículos pasó del 1 % en 1996 al 26 % en 2014. En el caso de República Dominicana, se muestran los datos generales de fallecidos en accidentes de tránsito y se refleja que el 9,1 % de ellos son jóvenes de entre 15 y 17 años.
Se destaca que países como Paraguay, Brasil y Uruguay tienen incorporadas medidas respecto a la edad o altura mínima requerida para viajar en motocicleta, a diferencia de países como Argentina, Colombia y República Dominicana.
En este sentido, el estudio propone reforzar la discusión y reflexión con los gobiernos de los distintos países para regular el traslado de los niños en motocicleta, junto a la implementación de medidas y elementos de seguridad necesarios para la seguridad de los niños en estos vehículos.
Además, recomienda incluir en la reglamentación el uso de ropa de alta visibilidad, obligar a mantener las luces encendidas durante todo el día y presentar datos sobre la siniestralidad de cada país, para hacer foco en las acciones hacia determinados grupos de riesgo.
El uso de ropa visible es una de las mayores dificultades que se reflejan en el estudio, ya que en ciudades como Buenos Aires, donde el 94,9 % usa casco, solo el 3,8 % utiliza ropa visible, mientras que en Río de Janeiro un 99,1 % viaja con casco y únicamente el 8,5 % con la ropa recomendada.
Con respecto a los niños de hasta 12 años que viajan en este tipo de transporte, el mayor promedio lo tiene República Dominicana con un 10,98 % entre todas las ciudades evaluadas del país, aunque Galapa, en Colombia tiene el número más alto con una tasa de 26,1 %.
De la presentación participó la presidente de la Fundación Gonzalo Rodríguez, María Fernanda Rodríguez, quién describió como “bastante dramática” la situación que refleja el estudio y manifestó su preocupación por la poca percepción de riesgo que los padres tienen con respecto al tema.
Asimismo, señaló que “falta fiscalización” que es una manera de solucionar el asunto, aunque también es necesario que los Gobiernos trabajen en “opciones de transporte” para las familias que no tienen otro medio. “No existe en el mundo un casco para un niño menor a dos o tres años y vemos muchas veces bebés arriba de una moto entonces hay que empezar a hablar con estos padres, informarlos y trabajar en alternativas para el transporte”, concluyó. EFE