El ABC de un buen compañero de trabajo

El ABC de un buen compañero de trabajo

En la oficina es donde pasamos un buen número de horas del día, por ello los vínculos y las relaciones que se establecen allí son muy importantes, ya que constituye un sistema emocional con sus dinámicas relacionales propias.

Por ese motivo es esencial que en este espacio estemos rodeados de personas que nos nutran y con las cuales resulte placentero estar, lo cual va en beneficio de nuestro bienestar físico, emocional y mental, e incluso beneficiaría a la empresa.

Así lo explica la psicóloga del Centro de Aprendizaje y Psicología (CAP), Indhira de la Cruz. “Cuando nos llevamos bien con nuestros compañeros de trabajo, disfrutamos más lo que hacemos y cuando disfrutamos lo que hacemos somos más efectivos en nuestro trabajo”, dice.

La especialista señala que los miembros de una empresa constituyen un sistema emocional y por tanto deben cuidar la dinámica relacional de sus miembros. De la Cruz recomienda evitar algunas acciones: “las alianzas: dos personas muy fusionadas en el trabajo. Las coaliciones: son personas en contra de una tercera en conflicto. Las triangulizaciones: dos personas en conflicto utilizando una tercera para criticar al otro. Las díadas conflictivas: dos personas en conflicto constante”.

Y explica que aparte de ser exitoso en el trabajo hay que tener la habilidad para trabajar con sus colegas. “Ser un buen compañero de trabajo le ayudará a desarrollar mejores relaciones con sus colegas y sus jefes tendrán una buena opinión de usted”, indica.

Características de un buen compañero de trabajo. La especialista en conducta humana señala que estas personas son leales, muestran fidelidad a la empresa, a su misión y a las personas que están ayudándola a crecer.
“Se solidarizan con las necesidades de los demás. Si alguien está enfermo, se va de vacaciones o es despedido, un buen compañero de trabajo debe estar dispuesto a ayudar, incluso si algo queda fuera de su conjunto normal de responsabilidades”, dice Indhira.

Estas personas se relacionan armoniosamente con los demás y evitan el conflicto. Pero también debe ser competente en sus habilidades laborales, siendo bueno en lo que hace y ser capaz de asumir proyectos de forma independiente.

“Es una persona íntegra que tiene muy claro sus principios y valores y no los negocia con nada, ni con nadie. Es coherente. Existe armonía entre lo que dice y lo que hace”, refiere la profesional.

Se trata de gente que ven el lado bueno de las cosas, dan opiniones constructivas y toman algunos aspectos con sentido del humor. “Un equipo de trabajo aprecia mucho a un miembro de este tipo, que intenta ver el vaso medio lleno, sin obviar lo negativo, pero destacando lo bueno”, resalta.

Asumen sus responsabilidades sin culpar a su equipo, a su jefe o a la empresa “y poseen inteligencia emocional: intrapersonal para conocerse a si mismo e interpersonal para relacionarse con los demás. Lo que les permite convertirse en grandes líderes”.

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